Querremos hacer la tasación inmobiliaria de una vivienda cuando necesitemos saber su valor de mercado para poder cumplir con algún trámite en el que se precise una prueba o certificación documental que requiera conocer o demostrar ese precio.
Si lo que se precisa es un documento legal que certifique el valor de la vivienda, entonces se habla estrictamente de tasación y requerirá un método basado en una normativa legal. Si lo que se necesita es más bien un valor orientativo, sin que sea imperiosa la validez legal, entonces se habla de valoración y se pueden usar otros métodos. Distinguir bien la finalidad es importante.
La finalidad de esta valoración puede ser muy diversa. Puede necesitarse para procesos civiles, penales, mercantiles, fiscales… Pero también con efectos urbanísticos y expropiatorios, finalidades financieras, valoraciones catastrales o efectos legales.
Hay muchos motivos por los que puedes necesitar una tasación de la vivienda. Por ejemplo, en una negociación mercantil, en una partición por herencia, un presupuesto o cualquier otra circunstancia parecida.
Así que si, por ejemplo, una pareja se encuentra en un proceso de divorcio, conocer el valor de la vivienda sería necesario para determinar la partición de bienes y, para esto, no vale la tasación que se realizó cuando se compró la vivienda.
Entonces, ¿afecta el tiempo en el valor de la vivienda?
Sí, por supuesto. Es importante tener en cuenta que la tasación de una vivienda determina el precio o valor de mercado del inmueble en el momento en el que se hace. Y este valor varía con el tiempo. Por lo tanto, el precio que la vivienda tuviera hace quince años no es el mismo que tendría ahora.
Las valoraciones inmobiliarias suelen tener un periodo de validez corto, y el precio resuelto puede cambiar rápidamente. Si te preguntas cuándo debes hacer la tasación, la respuesta es «lo más cerca posible del momento en el que se desee hacer efectiva».
Si tienes cierta urgencia en conocer el precio de mercado de tu vivienda, debes considerar que el procedimiento de tasación no es inmediato. Una vez conciertes la fecha de inspección con la empresa o profesional encargados de realizar la tasación, esta se demorará entre tres y siete días antes de estar resuelta. La tasación requiere de ciertos cálculos que no se pueden realizar en una hora. Además, es conveniente que tengas preparada la posible documentación que el tasador pueda requerirte, para evitar así más retrasos en el procedimiento.