El tasador
La tasación inmobiliaria de una vivienda es una actividad que puede hacer cualquier arquitecto o arquitecto técnico que tenga la correspondiente capacidad o conocimiento. Para valorar una vivienda de la que te interese conocer el precio de mercado simplemente debes contactar con el profesional competente e informarle del objetivo de la tasación. Dicho profesional puede ser un tercero, un amigo tuyo e incluso tú mismo si tienes la formación adecuada.
Los métodos de tasación de vivienda
No existe un único método estandarizado y común para las tasaciones. La motivación de la tasación implicará elegir alguno de los distintos tipos de tasaciones:
– Método de comparación o del valor de mercado. Es el más común y, con él, se valora la vivienda comparándola con otras similares de valor conocido. Esto permite conocer el valor unitario del m² de la vivienda y, a partir de él, el valor total de mercado.
Este método se utiliza para tasaciones en operaciones de compraventa, inversiones inmobiliarias (para justificar el valor a terceros) y préstamos hipotecarios.
– Método residual. Si hay pocas viviendas o elementos de juicio disponibles para poder hacer el método de comparación, el método residual es una alternativa frecuente. Primero se calcula el valor que tendría la vivienda recién finalizada. A este valor se le restarían los gastos necesarios para que la vivienda llegara a ese estado.
El método del valor residual se utiliza para obtener el precio del suelo de solares y terrenos, así como en viviendas que estén en proyecto, construcción o rehabilitación.
– Método del coste. Suele utilizarse como método de apoyo a la hora de realizar el método de comparación, para confirmar o respaldar el resultado de este. Se calcula atendiendo a lo que costaría la reposición de la vivienda. Es decir, lo que costaría volver a construirla.
Este método se utiliza para valorar toda clase de viviendas y sus elementos, sea en estado de proyecto, construcción, rehabilitación o terminados.
– Método de capitalización. Este método se utiliza cuando la vivienda puede producir rentas (por ejemplo, por arrendamiento) y, por lo tanto, se puede hacer una estimación lógica del importe de las mismas. Se compara la propiedad con otras que tengan características y usos similares.
El procedimiento de tasación de la vivienda
Una vez hayas fijado una cita con el profesional correspondiente, este acudirá a la vivienda para estudiar el caso y realizar las actividades que correspondan:
– Levantará un croquis o plano de la vivienda. Esto le permite calcular su tamaño.
– Tomará fotografías
– Recabará información sobre los materiales, equipos, instalaciones y acabados del local, así como el estado de conservación del inmueble.
El tasador te podrá requerir la documentación catastral de la vivienda. También es posible que te solicite las hojas de especificaciones o manuales de sistemas o equipamientos que sean poco habituales y estén integrados en la vivienda.
Según las características de la vivienda, la visita durará pocas horas, o puede ser necesaria una segunda visita. A continuación, se harán los cálculos, que pueden tardar entre tres y siete días.
El coste de la tasación dependerá de cada caso, pero lo usual va de 100 a 450 euros.