Normativa y requisitos de la licencia de segunda ocupación

La normativa básica en relación con la licencia de segunda ocupación es la Ley 3/2004, aprobada el 30 de junio de ese año, llamada de Ordenación y fomento de la calidad en la edificación. En dicha norma legal aparece el documento que expresamente deberá ser presentado a los efectos de la concesión de la licencia de segunda ocupación.

Asimismo, la normativa básica sobre exigencia de la cédula de habitabilidad se halla contenida en la Ley 18/2007. Los requisitos que se exigen en este documento aparecen recogidos, de forma general, en el Decreto 141/2012.

Normativa autonómica

Por último, cada comunidad autónoma ha realizado, por lo general, una regulación propia sobre esta figura jurídica, por lo que serán de interés las leyes correspondientes de cada uno de dichos lugares.

Además, dado que la recepción de las solicitudes y su posterior aprobación corren a cargo de los ayuntamientos, también será de interés consultar la producción normativa del municipio en el cual se radique la vivienda (algo que no es estrictamente necesario pero que, en algunos casos, podría ahorrarnos un buen dinero).

De tal forma vemos que, para firmar la solicitud, necesitaremos a una persona acreditada para ello. A su vez, la normativa resulta bastante extensa y específica. Así, la recomendación es que, aunque tú mismo puedes llevar a cabo la mayoría de estas gestiones, lo mejor es dejarlas en las manos de profesionales de confianza, lo que te quitará a la larga muchos quebraderos de cabeza.

¿Qué documentación necesitaremos?

Una vez que dispongamos del certificado del técnico competente adecuadamente firmado y hayamos cumplimentado la solicitud de licencia de segunda ocupación, deberemos presentarla ante el Ayuntamiento.

La documentación que se debe adjuntar resulta muy sencilla: la propia solicitud, la copia del DNI del propietario de la vivienda o bien de su representante, la autorización adverada de la representación si hubiese tal, el certificado firmado por técnico competente y la escritura que acredite la propiedad de dicha vivienda a la persona que solicita la licencia de segunda ocupación.

Todo ello ha de venir acompañado de las tasas administrativas que deban hacerse efectivas, las cuales varían de un lugar a otro. Como mínimo, dichas tasas se encuentran en torno a los 300 euros.

El pago al técnico competente, por su parte, ha bajado mucho su precio medio en los últimos años gracias a la liberalización del sector, pero supondrá un desembolso adicional de, al menos, 100 euros, en función del lugar, las características de la vivienda y otros elementos adicionales.

La aprobación de nuestra solicitud de licencia de segunda ocupación deberá ser exhibida a la hora de dar de alta nuevos contratos de luz, gas o electricidad (salvo en el caso de que, por motivos de urgencia, hayamos solicitado la posibilidad de articular este paso presentando únicamente la copia de dicha solicitud).

Asimismo tendremos que mostrarla, en ocasiones, en el banco para la concesión de una hipoteca e incluso ante diferentes Administraciones para concurrir a algún tipo de ayuda (como la destinada al alquiler de primera vivienda, muy habitual en las comunidades autónomas).

Por último, la concesión de licencia de segunda ocupación actúa como elemento fundamental para ratificar la consideración de vivienda habitable a todos los efectos de nuestra casa y certifica, pues, lo previsto en su caso en la inmatriculación en el Registro de la Propiedad.