¿Cómo conseguir un proyecto biomasa?
Las comunidades autonómicas fijan los trámites relativos a la instalación de caldera biomasa o proyecto de sustitución caldera biomasa. Por eso, varían dependiendo del territorio de instalación.
El uso de biomasa para climatización y producción de agua caliente sanitaria para vivienda, uso industrial y otros, busca ahorrar costes de energía y disminuir el impacto ambiental al abandonar el uso de combustibles fósiles. Además, se disminuye las emisiones de CO2.
En España, los proyectos de biomasa con potencia mayor a 5 kW, aquellos cuyo impacto suele superar la vivienda unifamiliar, requieren reportes a las autoridades. Generalmente se remite a los encargados de Energía, Industria o Vivienda de las comunidades autonómicas, y en algunos casos se necesita licencia de obra.
Cuando las autoridades requieren el reporte –proyecto o memoria– disponen la participación de empresas o profesionales cualificados y certificados. Por ello, para tener el proyecto biomasa se debe contratar este tipo de servicios, que se enmarcan en una amplia normativa.
La legislación incluye el Código Técnico de la Edificación; el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios; el Reglamento electrotécnico para baja tensión; los Requisitos de diseño ecológico aplicables a las calderas de combustible sólido y el reglamento para etiquetado energético de calderas (también relativo a sus componentes y complementos).
Además, las comunidades o municipios pueden tener otras disposiciones respecto a la instalación domestica.
Se requiere una memoria técnica para potencias de 5 kW a 70 kW. En general, se trata de un documento que incluye justificación, eficiencia energética, descripción de la instalación y equipos, detalles de diseño, la estimación de potencia, los planos y esquemas. La memoria la suscribe un profesional con carné de instalaciones térmicas en edificios.
Las autoridades solicitan un proyecto a partir de 70 kW de potencia que detalle también la justificación, características de materiales y equipos, eficiencia energética, garantías y verificaciones de funcionamiento, manuales de instalación, uso y fichas técnicas de equipos; prueba de funcionamiento, certificación de la instalación y otros.
En este caso, la firma corresponde a un especialista o técnico de ingeniería o arquitectura perteneciente empresa que instale o mantenga calderas biomasa y registrada ante el gobierno autonómico.
El procedimiento también varía en cada territorio. Las comunidades autonómicas pueden permitir la tramitación electrónica o presencial de la obra. Los documentos que suelen solicitarse son el modelo de solicitud cumplimentado propiamente, identificación de los propietarios e intermediarios y sus autorizaciones, certificaciones de propiedad y el proyecto que planea ejecutarse.
El experto también le informará si debe realizar trámites adicionales para reportar la instalación de calefacción y climatización.
En el caso de pedir financiación o ayudas para la instalación generalmente le solicitarán presentar las características de la comunidad e infraestructura, estimado de ahorro en la factura que producirá la nueva instalación, cálculo de disminución de emisiones de CO2, así como los detalles técnicos de la obra. El precio de instalación varía junto a su dimensión y alcance.
¿Cuándo solicitar un proyecto biomasa?
La preparación de una memoria o proyecto biomasa puede tomar entre uno y tres meses dependiendo de las dimensiones de la obra y el tipo de informe que corresponda presentar. Pero además del informe, el trabajo del personal especializado comienza junto a la concepción para que la ejecución se adapte a la reglamentación exigida por las autoridades, generalmente los despachos de Energía o Industria de las comunidades autonómicas.
España clasifica tres niveles de potencia en instalaciones de caldera biomasa. Por debajo de los 5kW un –nivel que puede climatizar y proveer agua caliente sanitaria para una vivienda unifamiliar– no amerita entrega de documentación. Potencias de 5 kW a 70 kW presentan memoria técnica y a partir de 70 kW se entrega un proyecto.
Los trabajos pueden ejecutarse en obra nueva o como proyecto de sustitución caldera biomasa y el trabajo de la empresa o el técnico instalador comienza en la etapa de planeación de la instalación. Ambos parámetros, la potencia y si se trata de un nuevo inmueble o una sustitución, determinan el momento adecuado para realizar el informe.
En el caso de un inmueble nuevo, la caldera biomasa se incluye en el proyecto de edificación y el informe se realiza en conjunto con el plan general de la edificación. Si se trata de un proyecto de sustitución se debe tramitar con suficiente antelación ante una empresa cualificada la preparación de la documentación.
El reporte debe ser preparado por una empresa que instale o mantenga calderas biomasa y esté registrada ante el gobierno autonómico. Debe ir firmado por un especialista: arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero o ingeniero técnico; mientras que la memoria la suscribe un profesional con carné de instalaciones térmicas en edificios.
Dependiendo del alcance de la obra, el documento puede redactarse en el plazo mencionado de uno a tres meses. Pero hay que considerar si la administración local requiere un trámite de licencia de obra previa que incluya detalles de presupuesto, características técnicas, autorizaciones de propietarios, pago de tasas, entre otros.
El proyecto es un documento completo con justificación de la instalación, características técnicas de materiales y equipos utilizados, la eficiencia energética que provee, garantía y verificación de calidad en obra, junto a otros datos técnicos; manuales de uso, instalación y fichas técnicas de equipos; pruebas de funcionamiento, certificación registrada de la instalación y de la primera inspección cuando sea preciso.
El contenido de la memoria técnica lo dicta la comunidad autonómica. Pero, de entrada, también incluye justificación, eficiencia energética, descripción de instalación y equipos, diseño de la instalación y estimación de potencia según un método de validez reconocida. Además, tiene planos y esquemas de la instalación.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (AVEBIOM) coinciden en que el uso de este tipo de combustible para climatización y produce un ahorro en la factura. El precio del cambio de energía y de su proyecto o memoria para uso industrial o en vivienda varía de acuerdo con las dimensiones de la obra.
Normativa y requisitos del proyecto biomasa
Las regulaciones respecto a caldera biomasa buscan que las instalaciones sean seguras y eficientes en vivienda unifamiliar y usos colectivos.
El uso de biomasa busca el ahorro en el precio de la factura en los servicios de climatización y agua caliente sanitaria, así como un menor impacto ambiental por el uso de la energía renovable.
La legislación vigente en España respeto al tema incluye Código Técnico de la Edificación, Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios, Reglamento electrotécnico para baja tensión, los Requisitos de diseño ecológico aplicables a las calderas de combustible sólido y el reglamento relativo a etiquetado energético de calderas.
Todo ello se refiere tanto al uso de combustible sólido como para equipos combinados de caldera de combustible sólido, sus calefactores complementarios, así como para controles de temperatura y cualquier dispositivo solar.
El Código Técnico de la Edificación contiene las exigencias básicas que garantizan seguridad de personas, bienestar social, sostenibilidad y habitabilidad del inmueble, así como la protección del medioambiente en sintonía con regulaciones europeas. Este código enmarca la necesidad de aprovechar los recursos que brinda el ambiente local, así como la de buscar el ahorro de energía (artículo 15).
Por su parte, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios profundiza aún más en la exigencia de seguridad de las instalaciones, búsqueda de eficiencia energética y el combate al cambio climático.
Además, dispone la participación de personal cualificado en las obras y la notificación a las autoridades. Su segundo capítulo detalla las exigencias técnicas de los proyectos (artículos 10 al 13), y el tercero lo relativo a las condiciones administrativas (desde el diseño del proyecto hasta la rendición de cuentas a las autoridades).
El reglamento fija en sus capítulos posteriores las condiciones para la ejecución, puesta en servicio y condiciones de uso y mantenimiento de las instalaciones. Además, determina procedimientos de inspección, sanciones, asesorías y aclara los parámetros de funcionamiento de las empresas del sector.
Su artículo sexto pide el estímulo al uso de combustibles alternativos como la biomasa. Además, sus instrucciones técnicas fijan el rendimiento mínimo de los equipos, las temperaturas medias que lograrán en el agua, las características del sistema de transporte de la biomasa y otras características como sistemas de seguridad y ventilación.
El Reglamento electrotécnico para baja tensión contempla otros detalles de actuación profesional en el sector y el marco general para la búsqueda de ahorro de energía. El texto establece parámetros para las instalaciones, acometidas y equipos (artículo 15 en adelante). Contiene además una amplia guía con instrucciones técnicas específicas para las instalaciones electrotécnicas.
Se suman también las indicaciones de los Requisitos de diseño ecológico mencionados.
Este texto alude a la necesidad de optimización de funcionamiento de las calderas de biomasa. En su anexo V exige como parte de la documentación técnica la especificación del tipo de material que utiliza la instalación, mientras que su anexo IX ofrece el método para calcular la eficiencia energética de cada tipo de combustible.
Finalmente, las comunidades autónomas y los municipios dictan reglamentación propia para la instalación o el proyecto de sustitución caldera biomasa en uso industrial, vivienda y otros. Por ello es importante trabajar con empresas especializadas en el área doméstica.
¿Qué es el proyecto biomasa?
Es un documento realizado por un experto en el marco de la colocación de una caldera de biomasa en un nuevo inmueble o de la sustitución de una instalación de gas. La ley española obliga a registrar este proyecto o su memoria técnica cuando la potencia de la instalación supera los 5kW (nominal), ante los encargados de Energía y/o Industria de la comunidad autónoma.
Las calderas de biomasa se utilizan en climatización y producción de agua caliente sanitaria a partir de materia orgánica como leña, pellets (prensado de residuos de madera) o policombustibles (pellets, maíz, hueso de aceituna y cáscaras de almendras) y tienen uso industrial, en vivienda unifamiliar, entre otros.
Las autoridades registran información sobre el proyecto biomasa respecto a la instalación ejecutada; equipos, aparatos y sus materiales, junto a sus manuales tanto de uso como de mantenimiento y fichas técnicas; además de los datos relativos al registro y primera inspección de instalación.
Incluso algunas administraciones locales otorgan licencias de obra para los proyectos. Este trámite incluye informe del alcance de la instalación, acuerdos de propietarios y pago de tasas.
Las autoridades diferencian tres tipos de proyectos según su potencia nominal: inferiores a 5kW para los cuales no se presenta documentación, hasta 70 kW se presenta memoria técnica y más de 70 kW que requieren presentar un proyecto.
La biomasa se considera una alternativa a los combustibles fósiles y una fuente de energía renovable que aprovecha residuos y produce menores emisiones de CO2. Los equipos poseen una vida útil prolongada y requieren bajo mantenimiento.
Pero conviene confiar instalación, así como su reporte a personal especializado. Cuando se requiere el reporte formal –a partir de 5kW de potencia nominal– las autoridades exigen que la memoria técnica o proyecto sea realizado por una empresa o profesional cualificado y certificado, y preparado para vigilar el cumplimiento de las regulaciones.
La potencia instalada de este tipo de energía acumulada desde 2009 supera los 3.500 MW en más de 45.000 instalaciones en el país, de acuerdo con cifras del (Observatorio Nacional de Calderas de Biomasa, ONCB) de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (AVEBIOM).
El proyecto de sustitución caldera biomasa se ha convertido en tendencia en el marco del estímulo al uso de fuentes alternativas de energía.
El precio de las instalaciones varía de acuerdo con las dimensiones del proyecto –doméstica o para vivienda, colectivas industrial y otras–, y existen equipos modernos más eficientes que permiten regular la temperatura. AVEBIOM asegura que el coste de calentar una residencia de 2.000 metros cuadrados y 32 habitaciones con biomasa representa menos de la mitad de lo que implicaría hacerlo con gas natural (calculado a 20 años).
El gobierno suele ofrecer subvenciones a proyectos de energías renovables en general a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía.
Cuanto cuesta proyecto de biomasa
El costo de un proyecto de biomasa depende de varios factores, como el tamaño y tipo de instalación, si es de autoconsumo o para venta de energía, y la complejidad de la ingeniería requerida. El rango de precios varía significativamente, desde aproximadamente 1.000 a 4.000 euros para una instalación doméstica de autoconsumo hasta 10.000 a 100.000 euros o más para proyectos industriales más grandes.
Las instalaciones domésticas de biomasa suelen requerir una inversión inicial menos significativa. Un proyecto básico, que incluye cálculos, memoria y planos, oscila generalmente entre 1.000 y 2.500 euros, ajustándose en función de las características específicas del hogar y la complejidad del proyecto. Por otro lado, en instalaciones de mayor envergadura, como las destinadas a la venta de energía o a la industria agropecuaria, los precios pueden ser mucho mayores, especialmente cuando se abordan proyectos llave en mano que exigen una planificación detallada y seguimiento exhaustivo.
Incluir en el presupuesto la elaboración de estudios adicionales, como los de impacto ambiental, puede incrementar el costo. Para proyectos principalmente industriales o para aquellos de venta de energía, donde se requieren estudios de viabilidad y legalizaciones más complejas, el precio puede ascender considerablemente, reflejando la mayor rigurosidad y detalle necesarios.
Además, los costes del proyecto pueden verse aumentados por la necesidad de trámites y permisos específicos, gestiones administrativas y la posible contratación de especialistas adicionales. En última instancia, la inversión en un proyecto de biomasa deberá evaluarse en función de los beneficios a largo plazo que aportará esta fuente de energía renovable y sostenible.
