Cuando los clientes solicitan certificados energéticos o cédulas de habitabilidad, casi nunca lo hacen por petición voluntaria. En los años que llevo ofreciendo este servicio, menos de un 1% de los clientes me han solicitado este trámite con el objetivo de conocer la calificación energética de su vivienda.
El 99% restante obedece a operaciones de compraventa y alquiler que, como ya sabemos, están sujetas el Real Decreto 235/2013 que obliga a los dueños de las viviendas a disponer del certificado energético de las mismas.
La necesidad de obtener el certificado energético para una vivienda causa cierta inquietud y preocupación. Salvo que el cliente conozca la materia, normalmente no sabe en qué consiste el documento, dónde se tiene que tramitar y tampoco – y eso es lo más importante – conoce quién es el profesional cualificado para tramitarlo.
Incluso se han dado casos de personas que han estado dispuestas a redactarlo ellas mismas, sin tener en cuenta que el certificado energético debe registrarse por un profesional cualificado, que suele (y debe) ser un arquitecto o ingeniero, técnico o superior.
Si a esto le sumas que en no pocas ocasiones el trámite se tiene que realizar a contrarreloj, el cóctel puede empezar a burbujear.
El certificado energético económico
Google se antoja como la tabla de salvación, como ocurre con prácticamente todas las dudas que nos surgen hoy en día. Vamos a ponernos en la piel del cliente y deducir qué es lo primero que tecleará en el buscador universal:
- CERTIFICADO ENERGÉTICO
- CERTIFICADO ENERGÉTICO BARATO
- CERTIFICADO ENERGÉTICO ECONÓMICO
- CERTIFICADO ENERGÉTICO RÁPIDO
Y todas las variantes de estas cuatro frases sustituyendo CERTIFICADO por CERTIFICACIÓN, y volviéndola a sustituir por CERTIFICADO DE EFICIENCIA ENERGÉTICA, y rematando con CERTIFICACIÓN ENERGÉTICA.
El producto cartesiano es de 16 términos que son los que dominarán las primeras páginas del listado de soluciones. Yo mismo he realizado estas pruebas decenas de veces.
Por consiguiente, la oferta es muy grande. Es evidente y además es lógico, porque desde hace muchos años existe la necesidad de aprender a reconstruir por encima de la de construir edificaciones nuevas.
El afán por reciclar arquitecturas antiguas siguiendo parámetros de eficiencia energética no es una moda impuesta por el Real Decreto 2013/235, como muchos ajenos a la materia creen, sino una necesidad que si no llevamos a cabo de una forma continuada impactará en el consumo de los recursos de nuestro planeta.
Cómo contratar un certificado energético
Recomiendo seguir estos pasos para conseguir un certificado de eficiencia energética:
1) En primer lugar, no te recomiendo basarte en el precio para decidirte por una opción u otra. En muchas ocasiones es preferible pagar más por un servicio porque tiene un valor añadido que otro más barato no te ofrece.
El valor añadido puede ser que el técnico visite tu casa el mismo día, que te explique dudas técnicas relacionadas con algún problema que tengas en tu vivienda, que te tramite con urgencia el documento, que te ponga las cosas muy fáciles en circunstancias poco favorables.
Los profesionales estamos para servir a los demás y para solucionar problemas de la mejor manera posible. Esto es lo que hay que valorar.
2) Una vez que te hayas decidido por una empresa o por un profesional independiente, antes de llamarlo, te recomiendo realizar un rastreo por Internet para averiguar todo lo que puedas acerca de él.
Yo mismo lo hago en innumerables ocasiones con servicios que contrato. También con mis clientes, porque quiero conocerlos mejor y establecer más lazos que los estrictamente relacionados con el encargo.
Si realizas el rastreo previo por Internet, también podrás evitar contratar a un mal profesional: cada vez resulta más difícil realizar trabajos de manera deficiente porque los usuarios castigan con críticas negativas a la visión de todo el mundo. Y lo hacen sin contemplaciones.
3) Llevo bastantes años realizando este tipo de trabajos y he conocido muchas empresas y muchos profesionales que tienen cuota de mercado en este nicho tan específico de la certificación energética.
De todas las empresas que han apuntado a este sector como plataforma de lanzamiento, Certicalia a mi entender ha sido la que más ha evolucionado desde la instauración del Real Decreto 2013/235 y se ha adaptado a las necesidades de los clientes.
Tiene a más de 6000 profesionales registrados en toda España a los que puedes acceder con un fácil menú de selección, y todos los presupuestos están automatizados con la mera introducción de los datos de tu vivienda.
Cada profesional tiene además un espacio personal en el que explica su historia y en qué te puede ayudar, así como las opiniones de los antiguos clientes sobre trabajos ya realizados.
Los procesos de entrega de documentos están totalmente automatizados para que solamente tengas que preocuparte en contactar con el técnico con un clic y recibir tu trabajo hecho.
El ahorro está en tu certificado de eficiencia energética
Finalmente, el seguimiento adecuado de las indicaciones del certificado energético puede ahorrar cientos de euros anuales – e incluso miles, en edificaciones de tamaño medio o grande – tanto de consumo eléctrico, como de combustibles como Gas Natural o Gases Licuados del Petróleo, Agua Caliente Sanitaria o Sistemas de Calefacción o Refrigeración.
El dinero invertido en un certificado energético que contenga posibles medidas de mejora siempre se amortizará en muy poco tiempo. De ello te beneficiarás tú como propietario, pero también el planeta.
Si quieres conseguir tu certificación energética, puedes pedir un presupuesto ahora mismo y Certicalia se encargará de encontrar al profesional perfecto para ti.