¿Qué es denunciar obra mal acabada?
Cuando contratas a un profesional para que realice una obra en tu vivienda y esa persona no la efectúa como estaba acordada en el contrato, puedes demandarlo en un juzgado civil para que cumpla con los términos previstos o repare el daño que ha causado.
Como puedes notar, el contrato, las facturas y el presupuesto son necesarios para que logres tener un proceso exitoso. Una reclamación por obras mal realizadas tiene como referencia el acuerdo inicial entre las partes y difícilmente podrás objetarla si no posees una referencia escrita de lo que debía hacerse.
De modo que debes ser precavido. Realiza presupuestos y contratos que expliquen los detalles de la obra y el alcance del proyecto cuando vayas a realizar una obra en tu vivienda. Eso te protegerá a la hora de reclamar una obra mal hecha ante tribunales.
El contratista es responsable de las obras, pero pueden existir otros actores involucrados como el seguro de responsabilidad civil de la empresa. Este puede incluir algunos parámetros para una reclamación por obra mal ejecutada. Además, el demandante debe tratar de probar que en efecto la obra se encuentra mal rematada o se entregó en condiciones defectuosas.
Usualmente también actúa un perito que presenta un informe sobre el trabajo. Tiene que ser experto en materia constructiva y su función es determinar si la ejecución se ajusta a lo establecido en el contrato y si se logró la funcionalidad buscada.
Pero además para denunciar una reforma mal hecha debes contar con el respaldo de un abogado que redacte la denuncia contra el profesional y lleve el caso ante el juzgado civil de la localidad correspondiente.
Este proceso puede extenderse durante unos nueve meses y seguramente te causará algunas molestias. Sin embargo es aconsejable que busques la enmienda o resarcimiento antes de tratar de modificar la obra por ti mismo o contratar a otra empresa e incurrir en nuevos gastos. También ten presente que hay lapsos y vencimientos para reclamaciones.
Muchos casos pueden entrar en una reclamación. Por ejemplo, contrataste un cambio de bañera por plato de ducha y la obra no ha sido bien ejecutada. Quizás los materiales fueron colocados de manera inadecuada y, como además hay circulación de agua, se producen filtraciones o goteras. En este caso la reclamación puede proceder porque se usaron materiales inadecuados o por defectos de ejecución.
Pero tu caso puede tener mayores dimensiones. Contratas una reforma integral con pisos, nueva tubería, modificaciones en muros, en el baño y la cocina. Seguramente presentaste un proyecto para obtener una licencia de obra y en él explicabas el alcance de la reforma.
En ambos casos, el trabajo del abogado es probar que existen diferencias entre lo acordado y el resultado final. Para hacerlo se apoyará en un informe o dictamen pericial. El primero expone la situación –tiene un coste de unos 200 euros–, mientras que el segundo además busca las causas y posibles reparaciones pertinentes así como los costes de las reparaciones, que pueden alcanzar los 500 euros.
¿Cuándo denunciar una obra mal acabada?
Procederá una reclamación obra mal ejecutada cuando existan diferencias entre el acuerdo con el contratista de la obra y el trabajo ejecutado. Pero solo lograrás un proceso exitoso si puedes probar ante un juzgado que existen en efecto tales diferencias. También puede darse el caso de que la obra quede inacabada.
La reclamación por obras mal realizadas o incompletas la realizas con asesoría de un abogado ante un juzgado civil. Se trata en concreto de una demanda que busca forzar al profesional a culminar la obra ajustándose a los términos acordados o resarcir los daños.
Es un proceso civil que se tramita ante tribunales y su resolución puede demorarse unos nueve meses si no se apela la demanda. Los actores involucrados suelen ser el contratante, la empresa contratista –posiblemente incluso su aseguradora–, el perito –también pueden ser varios– que realiza la evaluación del trabajo en un informe o dictamen y los abogados de las partes.
Debes realizar la denuncia en el momento en que notes existen obras defectuosas o que alguna de ellas se encuentra mal rematada. Recuerda que el daño puede ser interno o estar escondido y solo manifestarse algún tiempo después de culminado.
Por otra parte puede darse el caso de que las diferencias entre lo pautado y el resultado vayan surgiendo en el proceso del trabajo. Por ejemplo, notas que los materiales no son los acordados o que los espacios se definen de manera distinta.
El proceso se lleva ante el tribunal civil del municipio donde se encuentra el inmueble. Recuerda que los ayuntamientos dictan normas y ordenanzas respecto a la construcción, pero en este caso el Código Civil sirve como marco para la reclamación.
Seguramente te preguntarás si contactar primero a un perito para realizar un informe sobre la situación o a un abogado para que te indique las posibilidades para denunciar una reforma mal hecha. Pero no existe una única respuesta y tendrás que decidir de acuerdo con tus posibilidades y el caso que te ocupe.
Tu abogado debe servirte de guía en el proceso. El demandante debe tener dos pruebas principales en su mano. La primera es el contrato acordado –puede incluir facturas y el presupuesto– y al segunda es el trabajo del perito. Pero como en todo proceso judicial, es probable que se efectúen alegatos y respuestas, vistas y evacuaciones de pruebas.
Una de las dudas habituales en estos casos es si debes iniciar reparaciones con otra empresa o profesional mientras tramitas el caso. Tampoco encontrarás una única respuesta. Solo no debes modificar la situación sin hablar antes con tu abogado y realizar el peritaje que pruebe el desacuerdo que te lleva a reclamar una obra mal hecha. Incluso podrías tener que paralizar obras cuando sospeches que está siendo mal ejecutada.
Otro conflicto puede ser si trabajar con la empresa que te ha quedado mal o contratar una nueva. En algunos casos puedes reclamar compensación por modificaciones a un trabajo que habías contratado con una empresa y fue mal ejecutado.
Normativa y requisitos del denunciar obra mal acabada
La pieza principal de la reclamación por obra mal ejecutada es el contrato entre las partes: el contratista y el propietario del inmueble que encargó el trabajo. Es fundamental que tengas copias escritas del contrato, presupuestos y facturas para que una reclamación pueda proceder.
El marco legal para la reclamación es el Código Civil que establece la responsabilidad del contratista en las obras. Pero también los contratos pueden establecer parámetros como inspección y lapsos de reclamación.
¿Por qué necesitas un contrato para las obras constructivas? La respuesta es para acordar los términos con la empresa contratista. En el contrato puedes establecer desde el tipo de materiales que se utilizarán, el nivel de calidad, los acabados y los plazos para el trabajo.
El Código Civil protege a las partes del incumplimiento a la hora de una disputa legal. Recuerda que para presentar una demanda ante el juzgado civil debes contar con el respaldo de un abogado. Su trabajo se fundamentará en un informe pericial que relatará el resultado obtenido en comparación con el previsto, las diferencias entre el contrato y la obra ejecutada y los daños ocasionados.
El Código Civil español establece la importancia de los contratos. En ellos, las partes se prometen o retienen cosas. Los contratos establecen obligaciones entre las partes. Además, son obligaciones que se han contraído voluntariamente. Por ello, su incumplimiento tiene consecuencias y pueden derivar en reclamaciones por incumplimiento.
Los procesos pueden ser largos. Digamos que una reclamación por obras mal realizadas puede decidirse en unos nueve meses. Pero si existen recusaciones y apelaciones, subidas de instancias y pleitos mayores, puede extenderse aún más. También eso está atado a la carga de trabajo en los tribunales de la localidad.
El Libro Cuarto del Código se refiere a obligaciones y contratos. El apartado establece que ese documento cuenta con “fuerza de ley” para las partes. Sus incumplimientos pueden derivar incluso en causas penales.
El texto destaca la posibilidad de morosidad, negligencia o dolo ante las obligaciones. Esos casos pueden derivar en pagos por daños y perjuicios. Tales indemnizaciones no abarcan solo el coste de la pérdida sino también ganancias dejadas de percibir. Eso reconoce que las obras defectuosas, o mal rematada, pueden tener costes asociados.
Piensa por ejemplo en la reforma de un piso que quieres dar en alquiler, o la remodelación de uno que compraste y que habitarás más adelante y continúas pagando alquiler mientras se realizan las obras.
Recuerda que como contratante también aceptas el compromiso de pagar oportunamente el trabajo.
Lamentablemente nadie puede garantizarte que el proceso sea rápido. Pero incluso después de denunciar una reforma mal hecha puedes llegar a un acuerdo amigable con el contratista. Seguramente tampoco él querrá implicarse en un proceso judicial largo y dañino para su reputación.
El hecho de reclamar la obra mal hecha puede servirte para mostrar tu disposición a enfrentar el proceso. Te recomendamos que cuentes con buena asesoría judicial y que consigas un informe o dictamen pericial de un profesional cualificado. Todo ello reforzará tu posición ante la empresa contratista y, cuando haga falta, en la disputa judicial.
¿Cómo denunciar obra mal acabada?
Lo primero es detectar que existe una obra mal rematada o ejecuciones defectuosas. Puedo que lo observes a simple vista en algún momento de la construcción, remodelación o reforma, o que el daño surja tiempo después de culminada.
En todo caso, para iniciar una reclamación por obra mal ejecutada debes contactar a profesionales cualificados. Por un lado necesitarás a un abogado que lleve el caso ante tu juzgado civil municipal.
Además requieres el trabajo de un perito –usualmente un técnico, ingeniero o arquitecto– que realice un informe sobre la ejecución de la obra y sus diferencias con el proyecto acordado; o un dictamen que abarca además las posibles causas de los defectos que se presentan así como las posibles reparaciones que ameritan.
Puedes hacer otras reclamaciones adicionales contempladas en el Código Civil, como daños y perjuicios.
Tener un contrato claro que establezca materiales, ejecución, previsión de resultados y lapso de ejecución de los trabajos es fundamental para asegurar un trabajo adecuado. Incluso puedes establecer las consecuencias de cualquier incumplimiento, por ejemplo, con penalizaciones. No se trata de mala fe, sino de tener las cuentas claras. Sin un contrato escrito será difícil que puedas probar que habías establecido los parámetros mencionados.
El presupuesto de la obra debe ser explícito puede servir como elemento de prueba de las características del trabajo que planeas realizar. Adicionalmente debes tener copia de las facturas por materiales comprados. Todo esto servirá como documentación probatoria de tu caso.
Recuerda que no podrás denunciar tú mismo una reforma mal hecha. Debes probar la responsabilidad contractual de la empresa y si te toca acudir al juzgado, concretamente el tribunal civil del municipio donde se encuentra el inmueble, debes estar respaldado por un abogado. Él será responsable de redactar la reclamación por obras mal realizadas y llevar todo el procedimiento incluyendo entregar las pruebas y alegatos.
El abogado te preguntará durante el primer contacto precisamente si tenías un presupuesto, un contrato, si pagabas solo por mano de obra o también por materiales y si el contrato es con un administrador o con una contratista. Recuerda que en ocasiones encontrarán varios niveles de intermediación.
Por su parte, el informe pericial suele estar acompañado de fotografías sobre el estado de las obras. Por eso es importante que no alteres o modifiques el resultado antes de conversar con los profesionales que respaldarán tu denuncia. El trabajo del perito también puede estar acompañado de un acta notarial que refuerce su solidez.
La decisión del caso puede salir unos nueve meses después de iniciado el procedimiento, si el demandado no recurre el proceso. Por eso, si consideras que debes iniciar reparaciones y que el contratista debe pagarlas, necesitas también conservar todos los comprobantes de pagos. Seguramente ya estarás más preparado para conocer la importancia de tener un presupuesto, contrato detallado, facturas y recibos.
Al reclamar una obra mal hecha buscas que se cumpla el proyecto de construcción, rehabilitación o reforma que habías planeado y evitar que incumplimientos de terceros afecten tu calidad de vida. Por ejemplo la reclamación puede incluir aspectos como si estuviste privado de tu vivienda durante un período, así como gastos de peritos y abogados.
Cuanto cuesta denunciar obra mal acabada
El proceso para denunciar puede variar dependiendo del caso, y podría ser necesario recurrir a una vía civil o penal, dependiendo de la gravedad de los defectos y si se habla de una negligencia o estafa. Iniciar este proceso conlleva ciertos costos.
Por ejemplo, el coste de denunciar por vía civil puede oscilar entre los 600 y 1.200 euros, sin incluir el IVA, dependiendo de la complejidad del caso.
Este precio generalmente abarca los honorarios del abogado y del procurador. Si consideramos los procesos penales, que se reservan para casos de fraudes o estafas, el precio puede variar significativamente dependiendo del caso concreto, pudiendo ser incluso mayor.
Es esencial tener en cuenta que podrían aplicarse costos adicionales, como los honorarios de un perito para evaluar los daños y defectos de la construcción, que podrían rondar entre 350 y 1.000 euros. Para evitar llegar a estas situaciones, se aconseja revisar bien los contratos y acuerdos previos a la contratación de servicios de construcción o reforma, y en caso de problemas, intentar una solución amistosa antes de proceder a una denuncia formal.
