¿Qué es el incumplimiento de contrato?
Podemos definir el contrato como un pacto entre dos partes. Mediante este acuerdo, las partes firmantes establecen un compromiso entre ellas, que no es otro que el de cumplir ciertos aspectos contenidos en ese contrato que les vincula. De este modo, se genera una serie de obligaciones entre las partes. Estas obligaciones, por desgracia, no son siempre objeto de cumplimiento.
Incumplir un contrato es, tal y como indica el propio término, incurrir en la falta de cumplimiento de una o diversas cláusulas de un acuerdo entre dos partes. Cuando hacemos referencia a este término lo más habitual es que se te pase por la cabeza que una empresa ha incumplido parte del contrato que firmó con su trabajador. Pero este hecho puede darse en muchos casos: el acuerdo puede ser verbal o por escrito, de tipo privado, mercantil, laboral, etc. En muchas ocasiones, este incumplimiento puede derivar en un juicio. El primer paso para la celebración del juicio oral será la demanda de una de las partes.
La demanda en sí es un trámite mediante el que una parte (la persona que se considera perjudicada) demanda a otra por un motivo específico. En el caso de la demanda por incumplimiento de contrato, el motivo será la falta de cumplimiento de alguna o algunas de las cláusulas contenidas en un contrato que fue celebrado previamente entre las dos partes.
Ya hemos explicado en qué consiste el incumplimiento de contrato. Ahora queremos ahondar un poco más en el modo de interpretación jurídica ante esta situación. Para empezar, cuando hablamos de incumplimiento contractual, debemos mencionar el incumplimiento en sentido material:
El incumplimiento en sentido material se da cuando se incumple el contrato por la no realización (o la realización incompleta o incorrecta) de alguna de las cláusulas que se contemplan en dicho contrato. Precisamente, es el mismo contrato el que determina su incumplimiento, por ser el que recoge los términos que deben llevarse a cabo por cada parte.
Por otro lado, nos parece interesante hablar de un concepto básico: la imputación del incumplimiento. ¿En qué consiste? Tal vez te resulte un término un tanto resbaladizo, pero es esencial para la resolución de la demanda. Para que el incumplimiento sea imputable a la persona que lo ha realizado, esta tiene que haber incurrido en alguna conducta o situación que haga visible su responsabilidad ante tal incumplimiento.
Ahora bien, ¿cómo podemos demostrar esto? Existe una serie de criterios que hacen posible la imputación del incumplimiento en sentido material de una o varias cláusulas del contrato:
- Dolo: es el incumplimiento premeditado, sin más. No tiene por qué darse intención de causar daño o actuar de mala fe.
- Culpa o negligencia: sucede cuando la parte incumplidora, sin intención de realizar incumplimiento, ha transgredido su comportamiento más allá de las conductas que se presuponen en el contrato.
- Responsabilidad objetiva: este término indica que el incumplimiento es imputable aunque no exista culpa, siempre y cuando exista conexión de relevancia entre el incumplimiento y la parte.
¿Cuándo demandar un incumplimiento de contrato?
El incumplimiento contractual puede darse en multitud de contratos. Será interesante que veas una serie de ejemplos que ocurren constantemente en la vida real:
El incumplimiento de este contrato puede suceder en dos sentidos:
- La parte contratante de las obras no realiza los pagos correspondientes en la fecha acordada.
- La empresa encargada de la realización de las obras de reforma no cumple con los plazos establecidos en el contrato, lo que supone la prolongación de la realización de las reformas y, por consiguiente, un retraso en la entrega del trabajo.
Puede darse también, en el caso de un contrato de seguro (uno de los tipos más frecuentes de contrato mercantil), que una de las partes incumpla su “obligación”, por lo que en ambos casos estaríamos ante un incumplimiento contractual:
- El pagador del seguro puede dejar de abonar su cuota.
- La entidad aseguradora puede dejar de prestar un servicio que le pertenece al asegurado por algún motivo no establecido en el contrato.
Y hablando de contratos mercantiles: si estás sujeto a tu trabajo mediante un contrato mercantil, ten cuidado. Será conveniente que te informes bien sobre todas las cláusulas que contiene tu contrato y sepas cómo actuar ante el incumplimiento de cualquiera de ellas.
También podrías tener problemas ante un contrato laboral: que la empresa no te pague por los servicios prestados, que los días de vacaciones no te sean concedidos ni compensados, que las horas extras no sean pagadas, que no estés dado de alta el tiempo que corresponde a tu jornada laboral, etc. Aunque no todo van a recaer sobre la empresa: el contrato laboral comprende una serie de cláusulas que deben ser cumplidas por el trabajador.
Nos parece importante hacer mención, también, al contrato de compraventa. Multitud de fraudes se han dado en este tipo de contrato civil, generalmente por parte de las empresas promotoras.
Por último, queremos hablar del contrato administrativo de suministro. Todos tenemos una obligación monetaria con las empresas que nos suministran medios como agua, luz, gas, etc., por lo que entendemos qué ocurre al no pagar.
Lo que no sabemos es que, en ocasiones, estas mismas empresas incumplen su parte del acuerdo: cuando hacen cortes en el suministro que no han sido avisados o que duran más del tiempo previsto. En estos casos deben compensar al consumidor.
Visto lo anterior, la ley contempla una serie de posibilidades ante este tipo de situaciones:
Cumplimiento forzoso: para solicitarlo únicamente es necesario que se haya producido el incumplimiento. El perjudicado deberá reclamar que la otra parte cumpla el contrato.
Indemnización por daños y perjuicios: aquí, el incumplimiento debe ser imputable. La indemnización consiste en el pago de una cantidad determinada a la parte perjudicada.
Cláusula penal: se indemniza con una cantidad previamente establecida cuando se firmó el contrato, contemplándose la posibilidad de incumplimiento.
Resolución por incumplimiento: es la finalización del contrato, con la indemnización correspondiente.
Normativa y requisitos del incumplimiento de contrato
En el Código Civil, publicado por Real Decreto del 24 de julio de 1889, se establece un título dedicado a los contratos. En él, a grandes rasgos, podemos encontrar:
- La obligación consentida de las partes desde el momento en que el contrato se firma.
- La duración y finalización del contrato por una de las partes en función de una serie de causas.
- El consentimiento, objeto y causa de los contratos.
- La eficacia e interpretación de los contratos.
- La rescisión y nulidad de los contratos.
Por tanto, todo lo contenido en un contrato ha de regirse por esta norma, así como por las normativas específicas a las que la naturaleza del acuerdo responda. Así, un contrato de compra de una vivienda entre particulares se regirá por lo especificado en lo que a materia de contratos se refiere en el Código Civil. Pero, además, tendrá que responder a la normativa vigente sobre el ejercicio de la compraventa.
¿Cómo se denuncia el incumplimiento de un contrato de arras? La forma es la misma. Se puede proceder, en primer lugar, por la vía extrajudicial. Será necesario enviar un requerimiento a la otra parte solicitándole que se formalice la venta. En caso de no obtener respuesta, tu abogado interpondrá la demanda en el juzgado y dará comienzo el proceso judicial.
¿Puedes reclamar el incumplimiento de un contrato verbal? Sí puedes, aunque tendrás que tener en cuenta que demostrar este hecho es mucho más complicado que en el caso de un contrato escrito. Debes saber que la figura del contrato verbal es completamente legal, salvo en los casos en los que la ley obligue a realizarlo únicamente por escrito. Ten este aspecto en cuenta, ya que podrías encontrarte con la desagradable sorpresa de que, además de no poder demostrar que tu contrato se realizó, este no tiene validez ninguna.
Por último, hay algunas formas de probar que un contrato verbal fue celebrado: los testigos, actos que muestren la intención de las partes de hacer efectivo el contrato, hechos que demuestren que el contrato se realizó verbalmente y documentos (facturas, notas, cartas, correos electrónicos, etc.).
¿Puedes pedir la resolución de un contrato por incumplimiento? El Código Civil contiene un amplio apartado que recoge esta posibilidad. Por tanto, sí, puedes solicitar la resolución de tu contrato si la otra parte incumple alguna de sus cláusulas.
¿Puedes solicitar daños y perjuicios por el incumplimiento de un contrato? Puedes hacerlo, en caso de que existan tales daños y perjuicios. Además, el Código Civil especifica que tú, como figura perjudicada, puedes optar entre exigir a la otra parte del contrato que realice su cumplimiento o la resolución del contrato, con su consiguiente indemnización por daños y perjuicios. Además, en el caso de que optes por solicitar el cumplimiento y que este no sea realizado, podrás pedir la resolución y la indemnización por daños y perjuicios.
En caso de incumplimiento de contrato internacional ¿qué debes hacer? Los códigos internacionales recogen la posibilidad de elección entre aplicar la ejecución forzosa o resolver el contrato.
¿Cómo demandar un incumplimiento de contrato?
Si eres la parte afectada en un incumplimiento de contrato, no te preocupes. En primer lugar, debes saber que tienes dos opciones: la vía extrajudicial y la judicial.
Este método trata de resolver el conflicto sin pasar por los tribunales. Es una buena forma de comenzar la petición a la parte incumplidora, ya que es un acto de buena fe.
Será interesante que envíes un requerimiento mediante burofax (así te aseguras de que lo recibe) a la parte incumplidora. En este requerimiento solicitarás que lleve a cabo su parte pactada en el contrato en un plazo establecido. En este mismo documento se advertirá a la otra parte del contrato que, de no cumplir con lo solicitado, tendrás que acudir a la vía judicial.
Puede ocurrir que se solucione el asunto tras este requerimiento, pero no siempre ocurre así. Por tanto, si el contrato sigue sin ser cumplido por la otra parte, existen dos opciones:
- La mediación: ambas partes deben estar de acuerdo. Es la resolución del conflicto a través de una figura objetiva y experta: el mediador.
- El acto de conciliación: se presenta en el juzgado. Su fin es que la parte incumplidora reconozca que no ha cumplido con su obligación en el contrato.
Podremos recurrir a ella desde el principio o cuando hayamos agotado las opciones que nos ofrece la vía extrajudicial. Y en este caso, estamos ante el juicio verbal y el procedimiento ordinario.
- En el juicio verbal, contemplado para la reclamación de daños cuya valoración es inferior a 6000 euros, se interpone una demanda a la parte incumplidora. Ambas partes serán citadas para el juicio, donde, se expondrán las pruebas pertinentes frente al juez.
- El procedimiento ordinario es más extenso. Hablamos ahora de daños que superan los 6000 euros. Cuando interponemos la demanda, el juzgado deberá comprobar que se cumplen los requisitos, admitirla a trámite y enviar copia al demandado. A partir de ese momento, este tiene 20 días hábiles para emitir una respuesta. Una vez emitida, se establece fecha para la Audiencia Previa, tras la cual se establecerá una fecha nueva para el juicio. En este último se mostrarán todas las pruebas, documentos, testigos, etc. que se indicaron en la fase de Audiencia Previa.
Será el encargado de redactar la demanda (o cualquiera de los documentos que hemos mencionado anteriormente). Estamos ante un proceso que, por su complejidad y requisitos, no podrás hacer tú mismo a no ser que estés habilitado para ello.
¿Cuánto tendrás que abonar? Es difícil saberlo, pues dependerá de si el procedimiento se queda en la vía extrajudicial, si vas directamente a juicio o si te ves obligado a realizar todos los pasos. En cualquier caso, tu abogado te explicará los precios establecidos para cada tipo de proceso.
¿Qué documentos tendrás que aportar? Tendrás que ofrecer tus datos, así como los de la parte demandada. También será necesaria la aportación del contrato que se está incumpliendo.
Cuanto cuesta demandar incumplimiento de contrato
El incumplimiento de contrato puede acarrear la necesidad de iniciar acciones legales para exigir la ejecución de lo pactado o la compensación por los daños y perjuicios causados. El proceso para demandar dicho incumplimiento incluye varios costes. El precio de demandar variará según la complejidad y la cuantía del caso, así como del procedimiento a seguir (juicio ordinario, verbal, etc.).
Los honorarios de abogados y procuradores son algunos de los gastos principales a considerar. En España, los honorarios de un abogado por llevar a juicio un caso de incumplimiento contractual pueden comenzar desde aproximadamente 600 euros en casos menos complejos, pudiendo superar los 1,500 euros en situaciones más complicadas y con mayores cantidades de dinero en disputa. Además, es común que los procuradores cobren en torno al 6% del valor de la demanda.
Adicionalmente, puede haber otros gastos relacionados, como los informes de peritos, cuyos precios varían ampliamente dependiendo del tipo de informe necesario, y las tasas judiciales, que dependen de la cuantía del procedimiento.
En resumen, el coste final para demandar por incumplimiento de contrato es variable y debe ser evaluado en base a cada situación particular. Asesorarse con profesionales es esencial para determinar la viabilidad de la demanda y estimar su coste.
