Normativa y requisitos del proyecto piscina

Si realizas reformas en la piscina, es muy probable que te exijan que esta se adapte a la normativa municipal, autonómica y estatal más reciente. Ahora mismo, la normativa estatal está regulada por el Real Decreto 742/2013, de 27 de Septiembre. Si tu piscina fue construida con anterioridad a esta fecha, es importante que leas lo que viene a continuación.

Este Real Decreto regula las condiciones técnico-sanitarias de aquellas piscinas que no son de uso público. Concretamente, las categorías 3A (comunitarias, casas rurales, colegios mayores…) y 3B (piscinas unifamiliares). No podemos ser exhaustivos, pero sí esbozaremos algunas de las condiciones que debe cumplir la piscina, según esta norma y siempre sin considerar normativas adicionales de ámbito municipal o autonómico.

- Comunicación a la autoridad competente de la puesta en marcha de la piscina.

- Autocontrol de las condiciones sanitarias y de seguridad.

- Adecuación a lo dispuesto en el Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la Edificación; y en el Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (para piscinas climatizadas).

- Obligatoriedad de implantar y mantener medidas de seguridad e higiene.

- Técnicas aprobadas para el tratamiento del agua, así como productos químicos autorizados para este.

- Formación específica para las personas encargadas del mantenimiento.

- Calidad del agua y aire y sistemas de control.

- Medidas a adoptar en caso de incidencias o incumplimientos.

- Información sobre la calidad del agua, medidas de prevención de accidentes y protección solar.

- Los parámetros autorizados de equilibrio químico (pH), temperatura, transparencia, residuos…

Estas normativas no rigen por igual para todas las piscinas. Las del grupo 3A (privadas de uso comunitario) están sujetas a mayores restricciones que las del grupo 3B (privadas unifamiliares).

Pero, en todo caso, sí te aconsejamos revisar a fondo esta normativa, así como las eventuales normativas autonómicas y municipales. Es importante que recuerdes que, como propietario de la piscina, eres responsable de todo cuanto pueda suceder en ella. Un accidente, golpe y cálculo erróneo de las proporciones de cloro y otras sustancias pueden arrastrar consecuencias no deseadas.

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Queremos terminar con una pequeña reflexión: tu piscina, además de un equipamiento pensado para el ocio, es un elemento vivo y que requiere cuidados, cierta dedicación, algunos conocimientos y la conciencia de que el disfrute de la instalación es directamente proporcional al equilibrio de sus componentes. El agua es vida y no hay nada mejor en verano (o en invierno, si tienes piscina climatizada) que poder disfrutar de unas aguas transparentes, sanas, bien tratadas y frescas.

Hasta pronto. Disfruta de tu piscina.