¿Cómo conseguir un proyecto piscina?

Si eres propietario de una piscina, tal vez te has planteado efectuar alguna clase de obras de reforma o mejora. En este caso, una buena planificación te ayudará a acelerar el proceso y reducir los costes. Lo que sigue a continuación son consejos para ayudarte a decidir.

- Sé precavido. Muchos propietarios se acuerdan de la piscina cuando el verano está encima. Al final acaban pagando las prisas en forma de sobrecostes y retrasos. Si planificas con tiempo, te beneficiarás de mejores condiciones y, sobre todo, podrás inaugurar la piscina en el momento en el que la necesitas.

- ¿Hasta dónde quieres llegar en la reforma? Puede que la piscina esté vieja y requiera reparaciones. Plantéate, en este caso, aprovechar para realizar otras reformas técnicas o estéticas. Del mismo modo, te aconsejamos que, si estás planteando una reforma estética, consideres sustituir los sistemas de filtrado y depuración. A medio plazo, ahorrarás dinero.

- Elegir la empresa. No te limites a contactar con solo una: pregunta a varias empresas. Interésate por su experiencia, su conocimiento del área y las soluciones que te plantean. Concierta una visita técnica para que puedan ver directamente las necesidades.

- Presupuestos. Estúdialos todos detenidamente. El precio no es el único factor a tener en cuenta: también debes fijarte en el detalle de los trabajos. El presupuesto debe ser cerrado, así que es mejor asegurarte de que la empresa ha comprendido el alcance de la reforma y ha registrado todos los trabajos que se deben realizar, así como los materiales y equipos necesarios.

- La licencia. Tu empresa proveedora se hará cargo de la solicitud y los trámites. También deberían informarte de los costes de las diversas tasas. Pregunta si es necesaria una licencia de obras menores o mayores.

- Otra documentación. Para las obras mayores, necesitarás un arquitecto. Y casi siempre es buena idea solicitar una memoria de calidades detallada. Los materiales y equipamientos deben ser exactamente los mismos que se detallaron en el presupuesto.

- Duración de las obras. Pacta un inicio y final para las obras, pero no olvides ser flexible. No pasa nada, si se retrasan un par de días (siempre y cuando, por supuesto, respeten el precio pactado), pero tampoco deben eternizarse.

- Control de calidad. Si puedes, contrata a un técnico (arquitecto, aparejador o ingeniero) para verificar que las obras son satisfactorias. Tiene un coste pequeño y te permitirá, llegado el caso, reclamar con autoridad, si existe algún error.

Si sigues todos estos pasos, conseguirás lo que quieres: una reforma adecuada, a un precio justo, técnicamente bien ejecutada y, por supuesto, en el plazo que esperas. Te recordamos que te resultará difícil reclamar a la empresa todo aquello que no hayas pactado previamente. Por eso, lo mejor es prever cualquier eventualidad que pueda darse.