La eficiencia energética deja de ser un extra: ahora define el valor de tu inmueble
Imagina por un momento que decides poner en venta tu vivienda. Es un piso atractivo, con buena ubicación y un precio competitivo. Todo va bien hasta que el comprador solicita el Certificado de Eficiencia Energética y descubre que la calificación es una F. De repente, las negociaciones se complican, surgen peticiones de rebaja y la operación se retrasa.
Ahora imagina el mismo escenario, pero esta vez el piso cuenta con una calificación B gracias a mejoras previas en aislamiento y sistemas térmicos. El comprador, al conocer la eficiencia y el ahorro energético que supone, está dispuesto a cerrar la operación rápidamente, incluso aceptando un precio superior.
Este tipo de situaciones no solo serán más habituales a partir de agosto de 2025, sino que además estarán reguladas por ley. La Orden ECM/599/2025 introduce un cambio crucial en el mercado inmobiliario español: desde su entrada en vigor, será obligatorio presentar un Certificado de Eficiencia Energética (CEE) válido y registrado para realizar tasaciones hipotecarias, ventas y alquileres.
Qué implica la Orden ECM/599/2025 para propietarios, promotores e inquilinos
La nueva normativa exige que cualquier tasación con fines financieros, como las necesarias para solicitar una hipoteca, incluya el certificado energético del inmueble. Para edificios ya terminados, deberá aportarse el certificado registrado oficialmente. En el caso de construcciones en proyecto o en curso, bastará con presentar el certificado de proyecto acompañado del justificante de solicitud de registro.
Esta obligación supone un cambio de paradigma para propietarios y promotores. Sin el certificado energético, no será posible completar una tasación ni acceder a financiación bancaria. Por tanto, contar con el CEE se convierte en un paso imprescindible, no solo para cumplir la normativa, sino también para evitar retrasos que podrían paralizar operaciones inmobiliarias.
Además, la eficiencia energética empieza a tener un impacto directo en el valor de mercado de los inmuebles. Los tasadores deberán integrar la calificación energética en sus informes y considerar cómo influye en los costes de uso y en la comparativa con otros inmuebles de la zona. En consecuencia, una buena calificación puede convertirse en un argumento de peso para obtener tasaciones más altas, mientras que una letra F o G podría ser motivo de ajustes a la baja.
La eficiencia energética como ventaja competitiva en ventas y alquileres
La normativa vigente ya establece que cualquier vendedor debe proporcionar al comprador un CEE válido y registrado antes de formalizar la operación. La Orden ECM/599/2025 refuerza esta exigencia y añade que la etiqueta energética debe incorporarse al contrato de compraventa.
Para los arrendamientos, la situación es similar. El arrendador debe contar con un certificado en vigor y facilitarlo al inquilino en el momento de la firma del contrato. Incluso en el caso de alquileres de corta duración, la eficiencia energética debe aparecer en los anuncios de comercialización, garantizando transparencia y cumplimiento legal.
Estos requisitos no solo afectan a las transacciones legales, sino que también tienen implicaciones en el valor percibido de los inmuebles. Estudios recientes del Banco de España muestran que las viviendas con calificación A o B se venden hasta un 10% más caras que las de letra F o G. En el mercado de alquiler, un piso eficiente puede alquilarse más rápido y a un precio superior gracias al ahorro en facturas energéticas que supone para el inquilino.
Cómo anticiparte y convertir la normativa en una oportunidad
Para propietarios y promotores, la clave está en la anticipación. Obtener el Certificado de Eficiencia Energética con tiempo no solo evita sanciones o retrasos en ventas y alquileres, sino que también puede ser la diferencia entre cerrar una operación rápidamente o perderla frente a inmuebles más eficientes.
Además, una buena calificación energética es cada vez más un argumento de venta. Los compradores e inquilinos están más concienciados sobre el impacto del consumo energético en su bolsillo y en el medio ambiente. Por eso, inmuebles con letra A o B no solo cumplen con la normativa, sino que destacan en los portales inmobiliarios y captan la atención de un público dispuesto a pagar más por confort y ahorro.
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Prepárate para el nuevo mercado inmobiliario
La Orden ECM/599/2025 es un punto de inflexión en la forma de comprar, vender y alquilar viviendas. El certificado energético deja de ser un mero trámite administrativo para convertirse en un factor clave que determina el valor, la financiación y la competitividad de cualquier inmueble.
En Certicalia te ayudamos a dar el primer paso. Gestionamos tu certificado energético de principio a fin para que no tengas que preocuparte por plazos, registros o burocracia. Así podrás centrarte en lo que de verdad importa: vender, alquilar o financiar tu inmueble con las mejores condiciones.