El mercado de la rehabilitación energética está en auge, y muchos propietarios buscan actuaciones rápidas que les permitan reducir consumos y acceder a ayudas. Una de las reformas más comunes es la sustitución de ventanas. Sin embargo, alrededor de esta medida circulan numerosos mitos: algunos usuarios creen que con solo cambiar las ventanas obtendrán un Certificado de Ahorro Energético (CAE) o que su vivienda mejorará automáticamente de letra en el certificado energético.
La realidad es más compleja. Los CAE son instrumentos regulados, con requisitos técnicos y normativos muy concretos. En este artículo analizamos los principales mitos y verdades sobre el cambio de ventanas y su relación con los CAE.
Qué son los CAE
Los Certificados de Ahorro Energético (CAE) acreditan que una intervención en un edificio o instalación ha reducido el consumo de energía final, expresado en kWh. Están regulados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y forman parte del sistema nacional de obligaciones de eficiencia energética.
Para emitir un CAE, la actuación debe estar recogida en el catálogo oficial (por ejemplo, la ficha RES070 para sustitución de ventanas) y debe demostrarse documentalmente el ahorro conseguido.
Mitos frecuentes sobre ventanas y CAE
Mito 1: “Si cambio las ventanas, automáticamente consigo un CAE.”
Realidad: No siempre. La actuación debe cumplir los parámetros de la ficha RES070: marcado CE, declaración de prestaciones, transmitancia térmica máxima, permeabilidad al aire y, en caso de marcos metálicos, rotura de puente térmico de al menos 16 mm. Si las nuevas ventanas no cumplen, no se reconocerá el ahorro.
Mito 2: “Cualquier ventana nueva mejora mucho el certificado energético y basta para pedir un CAE.”
Realidad: Depende del punto de partida. Si las ventanas anteriores ya eran eficientes, la mejora puede ser marginal. Además, el certificado energético evalúa el conjunto del edificio: envolvente, instalaciones, orientación… Un cambio aislado puede no ser suficiente para mejorar de letra.
Mito 3: “Solo cambiando el vidrio ya cumplo los criterios del CAE.”
Realidad: El vidrio es importante, pero no es el único factor. El marco, la permeabilidad al aire y el sellado son determinantes. La normativa exige valores globales de transmitancia térmica (U) del conjunto ventana, no solo del vidrio.
Mito 4: “Si subo una letra en el certificado energético, ya tengo derecho al CAE.”
Realidad: El CAE se concede por un ahorro energético cuantificable en kWh, no por la calificación en letras. Aunque ambos están relacionados, no siempre coinciden. Es posible mejorar de letra en el certificado y no alcanzar el ahorro mínimo para el CAE, o al revés.
Verdades que conviene conocer
Verdad 1: Cambiar ventanas antiguas puede tener un gran impacto.
Si las ventanas originales eran de vidrio simple y marcos de aluminio sin rotura de puente térmico, sustituirlas por modelos de alta eficiencia (doble o triple vidrio, marcos con aislamiento, buen sellado) puede reducir notablemente la demanda de calefacción y refrigeración.
Verdad 2: Los requisitos técnicos son estrictos.
Las nuevas ventanas deben acreditar marcado CE, declaración de prestaciones y cumplir los valores de transmitancia y permeabilidad al aire. En climas fríos, se exige permeabilidad clase 3 o superior (≤9 m³/h·m² a 100 Pa).
Verdad 3: La documentación es imprescindible.
Para acreditar el ahorro se necesitan facturas, fichas técnicas, fotografías del antes y después y un informe técnico. Sin esa documentación, la actuación no puede registrarse como CAE.
Verdad 4: El CAE solo se concede con ahorro verificable.
No basta con una actuación estética: debe demostrarse que se han reducido consumos energéticos medibles. Solo así puede emitirse el certificado.
Escenarios: cuándo basta y cuándo no
- Sí puede bastar: viviendas con ventanas muy antiguas, mal aisladas, que se sustituyen por modelos de alta eficiencia y representan un porcentaje significativo de la envolvente.
- No basta: viviendas que ya contaban con ventanas modernas, reformas parciales de pocos huecos, o casos donde la envolvente (fachadas, cubiertas) sigue siendo deficiente.
En muchos casos, el cambio de ventanas debe combinarse con otras actuaciones (aislamiento de fachada, mejora de cubiertas, sistemas de climatización eficientes) para que el ahorro supere los umbrales exigidos para el CAE.
Normativa y referencias clave
- Ficha RES070: Sustitución de ventanas – Catálogo de medidas de ahorro energético para CAE.
- Requisitos técnicos: marcado CE, rotura de puente térmico, transmitancia térmica, permeabilidad al aire.
- Documentación exigida: facturas, fichas técnicas, fotografías, informes de instalación.
El cambio de ventanas es una medida eficaz para mejorar el confort y reducir las pérdidas energéticas, pero no garantiza por sí solo la obtención de un Certificado de Ahorro Energético (CAE). Para acceder a este sistema es necesario cumplir estrictos requisitos técnicos, demostrar el ahorro con cálculos y documentación, y, en muchos casos, combinar la actuación con otras mejoras de la envolvente o las instalaciones.
Informarse previamente, revisar la normativa y contar con asesoramiento especializado son pasos imprescindibles para evitar falsas expectativas y asegurarse de que la inversión en eficiencia energética se traduce en resultados reales.