Una de las dudas que se plantea a la hora de anunciar una vivienda es la superficie que posee. El cálculo “a ojo” casi nunca funciona, pues hay viviendas muy bien distribuidas que aparentan mayor superficie de la que realmente tienen, y viceversa. Mucha gente “mide” su casa en número de habitaciones, algo ingenuo y poco exacto, ya que una vivienda de una habitación puede ser mucho mayor en superficie que otra de tres.
¿Cómo medir mi casa en metros cuadrados?
Lo primero que puedes hacer, para hacerte una idea general de la superficie, es acudir a la página del Catastro, en la que figuran los inmuebles de la mayoría de comunidades autónomas. Esta página posee muchas imprecisiones, pues la información no está siempre actualizada. Sin embargo, nos puede dar un orden de magnitud.
Del mismo modo, se pueden consultar las escrituras de la vivienda, aunque muchas veces contienen fallos o discrepancias que se han ido perpetuando con el paso de los años, voluntaria o involuntariamente.
Por tanto, lo segundo que deberías hacer es realizar un plano de la vivienda, pues es la forma más precisa de calcular los metros cuadrados de una casa. Aunque hay personas con buena visión espacial que son capaces de dibujar el plano de su vivienda, lo más recomendable es contactar con un profesional (arquitecto o aparejador) para que levante un plano de la misma.
Un técnico levantará un plano mucho más preciso gracias a su experiencia y al uso de elementos de medición como el láser, más rápidos y exactos que la tradicional cinta métrica. Además, detectará rápidamente salientes, retranqueos, pequeños ángulos oblicuos y otros aspectos que a otros se les pueden escapar y que harán descuadrar la medición de la vivienda.
Si necesitas que un técnico mida y certifique la superficie de tu vivienda, en certicalia puedes encontrar profesionales cercanos a tu zona o contactar por teléfono en el 900 838 532.
Diferencia entre superficie útil y superficie construida
A la hora de medir una casa es fundamental distinguir entre superficie construida, superficie útil y, en el caso de edificios en división horizontal, la superficie construida con zonas comunes.
1) ¿Qué es la superficie construida?
La superficie construida es la superficie total de la vivienda, incluyendo:
- Muros y tabiques.
- Huecos de paso de instalaciones.
- Estructura.
- Y en general, todos los elementos que constituyen la vivienda.
Por tanto, es la medición de la vivienda tomada desde el perímetro exterior de su envolvente.
2) ¿Qué es la superficie útil?
La superficie útil es la superficie “pisable” de una vivienda. A diferencia de la construida, en ella se excluyen:
- Muros.
- Particiones interiores.
- Elementos estructurales.
- Paso de instalaciones.
Por tanto, la superficie útil es siempre menor que la superficie construida.
La forma más sencilla de calcular los metros útiles de una vivienda es realizar un croquis de la misma, calcular la superficie total o construida e ir restando todos los elementos excluidos anteriormente citados. Además, hay que tener en cuenta algunos matices específicos.
¿Cuál es la superficie útil de una terraza?
En general, a efectos de superficie útil se computa la mitad de la superficie medida en proyección horizontal.
Es decir, si tienes una terraza de 40 m², a nivel de superficie útil se contabilizarán 20 m².
¿Cómo medir la superficie útil de un ático abuhardillado?
En un ático abuhardillado solo computa como superficie útil la superficie en planta de aquellas zonas cuya altura libre sea igual o superior a 1,50 metros.
Esto tiene sentido si tenemos en cuenta que la superficie útil de una vivienda es aquella que puede ser realmente utilizada y “pisada” por sus habitantes con comodidad.
Superficie construida con reparto de zonas comunes
3) ¿Qué es la superficie construida con zonas comunes?
Existe un tercer concepto, típico de los edificios en que existe división horizontal, es decir, de las viviendas situadas dentro de un bloque o edificio: la superficie construida con reparto de zonas comunes.
Esta superficie no es más que:
La superficie construida de una vivienda más la parte proporcional de la superficie de zonas comunes que le corresponde.
Este concepto da lugar a muchas confusiones. Teóricamente, cuando buscamos en Catastro una vivienda, deberían figurar dos superficies: la propia de la vivienda y la de zonas comunes que le corresponde. Sin embargo, muchas veces no existe esta diferenciación, lo que supone un incremento sobre la superficie real de la vivienda.
Por tanto, los datos catastrales no son fiables al 100 %, y es preferible que un técnico habilitado certifique la superficie real medida in situ.
¿Qué superficie nos interesa, la útil o la construida?
Depende del objetivo:
- Tasación de vivienda: Para hacer una tasación, el valor que le importa al tasador suele ser la superficie construida, ya que hay que establecer un valor del suelo y un valor de la construcción, y este va en función de la superficie total construida de la vivienda.
- Alquiler de vivienda: A la hora de alquilar una casa, lo que le importa al futuro inquilino es la superficie útil actual de la vivienda, pues se supone que no va a realizar obras ni a modificarla.
En definitiva, a la hora de levantar un plano y determinar la superficie, es importante:
- Conocer cuál es la finalidad de la medición.
- Aclarar en todo momento a qué tipo de superficie nos referimos (útil, construida o construida con zonas comunes), para evitar futuras confusiones.
Si quieres asegurarte de que la superficie de tu vivienda está bien medida y correctamente reflejada en tus documentos, puedes solicitar un técnico en certicalia y resolver tus dudas con un profesional especializado.