Normativa y requisitos del peritaje de incendios
El Real Decreto 6/2004, que aprobó el texto refundido de la Ley de Ordenación y Supervisión de los Seguros Privados establece que será necesario que todos los peritos posean la titulación oficial requerida para estas actividades profesionales y sean especialistas en la materia a peritar con un conocimiento amplio en el asunto. Debe conocer completamente la Técnica de la Pericia Aseguradora y Legislación del Contrato de Seguro para trabajar con diligencia y de acuerdo con la ley.
En la Ley de Enjuiciamiento Civil 1/2000 encontraremos todas las maneras de designar un perito, en qué consisten sus dictámenes y todo lo que a ellos concierne. En la Ley de Enjuiciamiento Criminal encontraremos todo lo relacionado con el informe pericial y sus características.
Según el Código Técnico de Edificación, todos los edificios deben tener equipos e instalaciones para protegerse contra los incendios, como extintores portátiles, bocas de incendio, ascensores de emergencia, pulsadores de alarma, extintores exteriores, columnas secas e instalaciones automáticas de extinción (alarmas de incendios o detectores de humo). Su instalación, su mantenimiento, su funcionamiento, su uso, sus materiales y sus equipos deben cumplir el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios. Además, todas las medidas de previsión y extinción de incendios deben estar señaladas, adecuando su tamaño y forma a las normas establecidas, y ser visibles, incluso, sin luz.
El Real Decreto 1942/1993 aprobó el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios que nos señala qué tipos de instalaciones e instrumentos debemos tener en viviendas, locales o fábricas para poder hacer frente a un incendio sin riesgos.
Cada instrumento tiene sus propias condiciones obligatorias de forma, color, mantenimiento y uso. Para saber si los extintores de tu edificio cumplen la ley, comprueba que tengan marcadas las siglas CE, una marca de conformidad con las normas y otra que refleja su mantenimiento.
El mantenimiento de los extintores debe hacerse por empresas especializadas en estos productos cada cierto tiempo, anual o trimestralmente. Además, cada 5 años se deberán retimbrar los extintores para que sigan teniendo vida útil.
En los casos de los sistemas de detección y evacuación de humos, el Código Técnico de Edificación obliga a instalarlos en aparcamientos cerrados, establecimientos comerciales o a los que puedan acudir más de 1.000 personas y atrios en los que pueda haber más de 500 personas.
Los sistemas de detección de incendios son obligatorios también por el Código Técnico de la Edificación en viviendas, cuando se encuentren a mas de 50 metros del suelo, y aparcamientos de más de 500 metros cuadrados. Cuando el aparcamiento tenga más de 5 plazas o supere los 100 metros cuadrados, también deberá contar con un detector de monóxido de carbono.
¿Cómo conseguir un peritaje de incendios?
En la mayoría de las ocasiones, son los mismos bomberos que apagan el fuego quienes se encargan de redactar un informe pericial de incendio y recoger la fuente del fuego, el origen, los daños causados y todas las circunstancias concretas de cada caso.
Pero también puede ocurrir que una compañía de seguros desee realizar una investigación por su cuenta para cubrir sus propios intereses. Para ello, deberá contar con personal cualificado o contratar a un perito de incendios para que lo lleve a cabo en su nombre y le comunique el resultado del informe.
Otro caso sería cuando surgen discrepancias entre los afectados por el incendio y las aseguradoras, quizás debido a que el seguro no cubría este riesgo o por opinar que el fuego ha sido intencionado. En tal caso se acudirá a los tribunales y, para resolver los problemas entre las partes, puede nombrarse a un perito para que investigue el incendio de forma más objetiva y dictamine lo que proceda.
Solo estos profesionales cuentan con los conocimientos necesarios para reconocer todos los detalles y las señales necesarias. Deben estar en posesión de la titulación oficial. Por ejemplo, si hay un incendio, necesitaremos un perito de incendios; o, si el fuego se ha producido en un coche, necesitaremos un perito experto en investigación de incendios de vehículos.
El perjudicado puede nombrar un perito o puede encargarse el propio juzgado de nombrar uno, si hubiese discrepancia entre las partes.
Si somos nosotros quienes elegimos al profesional que va a peritar nuestro caso, debemos nombrar a uno que se adapte a nuestras necesidades por su formación, su experiencia y sus honorarios. Las ventajas de hacerlo así son que podremos ofrecer determinadas recomendaciones al perito, controlar los plazos de entrega, revisar el informe antes de entregarlo y conocer cómo se va desarrollando. Para contratar a un perito nos dirigiremos a las asociaciones de peritos, los colegios profesionales o los distintos gabinetes que nos ofrecen servicios de peritaje.
En el caso de que lo nombre el juzgado, deberá ser una persona independiente para que su informe sea lo más objetivo posible. Cuando el perito reciba la asignación de un caso pedirá una provisión de fondos. El usuario tendrá la posibilidad de impugnar los honorarios solicitados, pero la última palabra la tendrá el órgano judicial. Ninguna de las partes podrá hacer recomendaciones ni intentar guiar al perito asignado. Tampoco se podrán controlar los plazos de entrega, aunque, por ley, el perito tiene un plazo para cumplir su propósito.
El primer paso es que el cliente o juzgado contacte con un perito con experiencia e instrucción suficientes para hacerse cargo de este trabajo.
El perito propondrá una provisión de fondos. Si lo contrata el cliente directamente, puede rechazarlo; pero, cuando es nombrado judicialmente y se rechaza su provisión, ya no será posible asignar otro perito.
Si finalmente se acepta, el siguiente paso es analizar toda la documentación que el cliente ha entregado a su perito para que determine cuál es la información apropiada y efectiva para el caso.
El perito decidirá qué procesos son los que hay que seguir para ejecutar correctamente la investigación y valorará económicamente todo este trabajo para que el cliente pueda decidir si le conviene o no y la realización del peritaje es viable y puede tener un buen fin para el cliente.
Si acepta el presupuesto, el perito pondrá en ejecución todos esos procesos. Por ejemplo, estudios en laboratorios, intervención de otros expertos, etc.
En el plazo de entrega, el cliente recibirá su informe pericial completo. Si hay necesidad de acudir a juicio, será importante contar con él, pues tendrá plena validez judicial.
¿Cuándo solicitar un peritaje de incendios?
Siempre que se produzca un incendio, necesitaremos solicitar un peritaje de incendios, ya que se requiere un estudio meticuloso, escrupuloso y detallista para conocer sus causas y consecuencias. Sobre todo, nos hará falta, si necesitamos una valoración económica del siniestro para conseguir una indemnización o reparación de los daños.
Te recomendamos gestionarlo lo antes posible para que el escenario no se contamine y se pierdan pruebas importantes para esclarecer los hechos.
La elaboración del informe pericial de incendio llevará de 1 a 3 meses de trabajo, dependiendo de su complicación. Si, además, hubiera un proceso judicial, el tiempo que pase hasta la resolución del caso puede alargarse bastante más.
Este informe técnico recogerá todos los aspectos relacionados con el incendio:
- Causa y origen del fuego
- Clase y tendencia del fuego
- La declaración de si fue provocado o circunstancial
- Categoría del incendio
- Una reconstrucción del incidente
Además, se añadirán todas las circunstancias que puedan influir en el peritaje, como: el tipo de cobertura de la póliza de seguros del perjudicado, la determinación de la responsabilidad civil y una tasación de todos los daños.
La investigación de un perito imparcial puede ser decisiva a la hora de recuperar o recomponer lo perdido en los incendios y sus riesgos diversos. Sobre todo, económicamente.
Un profesional cualificado realizará una exploración de todo lo acontecido en el incendio, el cual se encargará de llevar a cabo una inspección ocular y recogida de muestras e, incluso, de tomar fotografías. Todo esto y su informe o testimonio riguroso y fiable puede servirnos como prueba ante un proceso judicial o para futuras reclamaciones a nuestra aseguradora. Nos servirá para apoyar nuestros argumentos.
Tanto en ámbitos judiciales como extrajudiciales (si lo pide un juez, alguna de las partes en un juicio o cualquier agente judicial), un perito hará esta función para aclarar el objeto del juicio y resolverlo con más diligencia, ya que los órganos judiciales no pueden hacerlo por sí mismos, al no tener los conocimientos adecuados.
También la aseguradora puede contratar a un perito o contar con varios en su plantilla para poder defender sus intereses.
Un buen peritaje, realizado de manera independiente y neutral, puede arrojar luz sobre hechos controvertidos o cuestionados, de modo que demuestre técnicamente cómo se produjo el siniestro.
El precio de un peritaje dependerá de cómo se contrate al perito de incendios profesional, en qué consista la peritación y los honorarios que cada perito pida por sus servicios.
Cuando el perito es designado por un órgano judicial, puede solicitar una provisión de fondos que consiste en los honorarios que pagará el cliente para que se inicie la investigación. Se contarán dentro de los honorarios totales que cobrará el perito.
Es difícil calcular la cuantía de los honorarios de cada peritaje, pero puede valorarse según la documentación que se deba analizar, todos los procesos a realizar y su complejidad, el perfil y los conocimientos del perito experto, la necesidad de procesos complementarios, la urgencia de la entrega del informe pericial y el tiempo dedicado a la investigación de cada caso.
¿Qué es el peritaje de incendios?
Es una investigación técnica que se efectúa cuando ocurre un incendio, la cual es realizada por una persona con titulación y conocimientos en la materia y el fin de averiguar sus causas, circunstancias y consecuencias de una manera objetiva.
Los incendios pueden darse en cualquier lugar y por distintas causas. Todos ellos deben peritarse y estudiarse. Podemos clasificarlos de distintas maneras:
Según el lugar donde se producen:
- Urbano: ocurren en lugares donde habitan personas (viviendas, edificios, oficinas, empresas...).
- En transportación: suceden en vehículos y medios de transporte.
- Industrial: tienen lugar en fábricas, instalaciones o industrias donde puede haber sustancias químicas peligrosas y altamente inflamables.
- Forestal: ocurren en los montes, pastos, bosques, parques naturales y campos. Distinguimos 3 tipos: de copas (arden las copas de los árboles), superficie (arden el suelo, los matorrales, las hojas secas...) y subsuelo (arden las raíces y la materia orgánica).
- Eléctrico: cuando el fuego se produce por una mala instalación eléctrica, aislamientos insuficientes, conexiones defectuosas O cortocircuitos en aparatos eléctricos.
Según su magnitud:
- Conato: de pequeña magnitud. Puede apagarse fácilmente con un extintor.
- Parcial: afectan a una parte del edificio, de una vivienda o de una fábrica. Son muy peligrosos y debemos dejar que los profesionales se encarguen de su extinción.
- Total: fuera de control y que afecta a edificios, casas enteras, bosques o grandes superficies.
Según su riesgo: pueden ser ligeros, ordinarios o extraordinarios. Para conocer su riesgo, se atenderá a distintos factores, como la altura del edificio, los materiales de construcción o la existencia de productos inflamables.
Según el material combustible:
- De sólidos: cuando arden la madera, el carbón, la tela, el papel, el cartón...
- De líquidos: cuando arden la gasolina, el petróleo, los aceites, las pinturas...
- De gases: cuando arden el gas ciudad y las bombonas de butano, propano o metano.
- De metales: cuando arden metales como el magnesio, aluminio en polvo o sodio.
Un fuego conlleva muchísimos peligros que el peritaje de incendios debe valorar, sobre todo, cuando se realice la valoración económica de los daños producidos. Estos pueden ser la inhalación de humo y gases a altas temperaturas, que provoca quemaduras internas y daños en la vista; las quemaduras en la piel y la deshidratación que causan el calor y las llamas; la posibilidad de respirar gases tóxicos que dañen nuestro sistema nervioso, nuestras mucosas y hasta nuestro cerebro; o, por último, el pánico y la pérdida de control que sufre la víctima de un incendio y pueden originar hasta conductas suicidas.
Cuanto cuesta peritaje de incendios
El coste del peritaje de incendios varía dependiendo de la complejidad del caso y la extensión del daño ocasionado por el fuego. El precio medio de un peritaje de incendios está en torno a 280 € y 400 €.
Sin embargo, este costo puede aumentar si el peritaje requiere de análisis de laboratorio o reconstrucciones 3D para simular la dinámica del fuego, lo cual podría elevar el precio hasta aproximadamente 1.000 € o más. Es importante considerar que el desplazamiento del profesional y la urgencia del servicio, también pueden influir en el precio final.
El peritaje de incendios no solo se ocupa de la investigación del origen y la causa del fuego, sino que también evalúa los daños estructurales y en bienes personales, lo que resulta esencial para los procesos de reclamaciones de seguros o de procedimientos judiciales. Se recomienda contratar a un buen profesional con experiencia en la materia para garantizar la fiabilidad y eficacia del peritaje.
