Según la Ley de Suelo en España, se define suelo rústico como “aquel categorizado como común o protegido. Además, existen ciertas normas que ligan la construcción al sistema agropecuario o que limitan la segregación de parcelas”.
Partiendo de la definición anterior, y a simple vista, no parece muy oportuna la construcción de una piscina en un terreno categorizado como tal. Pero ¿es igual en todas las comunidades?, ¿existen excepciones?. En las siguientes líneas intentaremos aclararlo.
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¿Quién regula la construcción de piscinas?
La regulación de la construcción en los diferentes tipos de suelo corresponderá a autonomías y los ayuntamientos. Sus normativas son las que regulan las posibilidades de edificar en suelo rústico, una tendencia que ha ido creciendo en los últimos tiempos entre los propietarios de éstas.
Aunque existen restricciones, relacionadas con la tipología de las construcciones y la actividad que se vaya a realizar en ella, hoy en día no hay ninguna comunidad que prohíba completamente la edificación en las fincas catalogadas como rústicas.
¿Dónde me pueden informar?
Si queremos saber con seguridad si en nuestra finca nos concederán la licencia para la construcción de una piscina, lo primero que tendremos que hacer será dirigirnos al Ayuntamiento de la localidad donde se encuentre, y ahí nos aclararán las dudas y nos orientarán en cuanto a la manera de proceder o a donde dirigirnos en caso de no ser ellos los encargados de regular esta materia.
¿A que multa nos exponemos por construirla sin licencia?
En caso de no contar con las licencias oportunas para la construcción de la piscina, nos arriesgamos a una sanción por parte del ayuntamiento, qué al hacer los vuelos pertinentes para el control de las edificaciones existentes, podrá contrastar que no se solicitó licencia para su construcción.
La sanción puede acarrear desde una multa económica y obligación a la legalización de la piscina, hasta la orden de demolición completa. En caso de tener que legalizar la obra, se necesitará de los servicios de un profesional tal como arquitecto o aparejador. Sus honorarios dependerán de la documentación requerida por cada ayuntamiento, pero lo más común es que se nos exija un proyecto.
Por ello, es recomendable hacer el proyecto de piscina en un primer momento y consultar a un técnico profesional. Siempre es más ecónomico hacer las cosas bien desde el principio.