¿Qué es la declaración catastral?

Cuando realizas un negocio, un acto o cualquier hecho relativo a bienes inmuebles debes inscribirlo en el Catastro Inmobiliario con el objetivo de modificar sus datos. El caso puede referirse a nuevas construcciones y ampliaciones, reformas, rehabilitaciones, demolición o derribo de las existentes o cualquiera con impacto suficiente para cambiar la realidad de la propiedad.

También puedes modificar su uso. Por ejemplo, cambiar cultivos en una finca rústica o segregar un terreno para repartirlo entre herederos. Agrupas, consolidas o divides una finca urbana; adquieres el derecho de usufructo de una concesión administrativa; necesitas reportar variaciones en cuotas de participación en una comunidad porque una entidad ha solicitado una constancia al respecto.

Al mismo tiempo, ten en cuenta que existen varias exenciones de presentar esta declaración. Suceden, por ejemplo, cuando el negocio se formaliza en escritura pública o cuando se haya requerido previamente su inscripción en el registro de la propiedad; cuando acredites la nueva referencia catastral por otros medios, o porque el anterior titular del derecho solicita su baja catastral en los dos meses posteriores a la realización del negocio.

Tampoco tendrás que hacerlo si una entidad pública –un ayuntamiento o la agencia tributaria, por ejemplo– se apropian de tal responsabilidad.

Recuerda que el catastro inmobiliario es un registro administrativo sobre este tipo de propiedades en España, que es competencia de Hacienda y se usa como referencia para el pago de impuestos.

¿Cuándo lo hago?

En cuanto formalizas el negocio inmobiliario comienzan a correr dos meses para realizar la declaración catastral. Puedes consultar a la Dirección General del Catastro y con un asesor cualificado, si debes cumplir la formalidad o te encuentras en las excepciones.

En todo caso, le corresponde a la gerencia del catastro de tu localidad, o a una delegación de Economía y Hacienda, recibir tu solicitud.

Activas el procedimiento con el registro del expediente. Las autoridades pueden solicitarte más documentación y también convocar a otros interesados para que fijen posición. A partir de ahí fijan y comunican su posición. Todo ello en un lapso de seis meses.

Pruebas y documentos

Respaldas la declaración jurada con la plantilla que corresponda al negocio que realizaste. Existen varios modelos de declaración y entregas el que te corresponde junto con tu identificación fiscal y personal, referencia o certificación catastral del inmueble modificado o fotocopia del más reciente justificante de pago del impuesto predial (IBI, Impuesto sobre Bienes Inmuebles).

Por ejemplo, debes presentar el modelo 901n cuando cambia la titularidad de un inmueble o la cuota de participación de sus propietarios.

La legislación te permite realizar el trámite por ti mismo o encargarlo a un representante, quien debe estar identificado y autorizado.

También debes testimoniar el tipo de negocio que has efectuado. Lo haces a través de su escritura púbica, contrato, sentencia judicial, copia del registro de la propiedad o cualquier documento que lo certifique. Por ejemplo, una constancia de haber recibido una concesión administrativa cuando sea el caso. A su vez, el catastro te puede requerir planos, memorias, justificantes de costes, descripciones gráficas y otras referencias.