Conforme se acerca el frío sentimos la necesidad de la calefacción y empiezan a entrarnos sudores fríos sólo de pensar en la subida de la factura de la luz. Algunos sistemas de calefacción conllevan un alto gasto económico que además suele ir acompañado de una baja eficiencia energética.
En otros post ya hemos hablado de trucos para ahorrar sin pasar frío, pero un factor decisivo para el consumo energético es contar con una correcta climatización y una eficiente distribución del calor y del frío. Hoy vamos a hablar del suelo radiante o losa radiante por conducción de agua, método similar al suelo radiante eléctrico, el techo radiante o muro bajo radiante.
La calefacción por suelo radiante consiste en instalar tuberías por toda la superficie de la vivienda bajo el suelo que puede ser de parqué, mármol, moqueta u otros materiales. Estas tuberías conducen agua caliente transmitiendo calor al ambiente de la vivienda. Para producir el calor podemos utilizar calderas de gas, bombas de calor, placas solares, etc.
La normativa que regula la calefacción por suelo radiante incluye el Código Técnico de la Edificación (CTE), el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios), el Reglamento técnico de distribución y utilización de combustibles gaseosos y el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión; así como los requisitos para uso de Máquinas al aire libre, Calidad del aire y protección de la atmósfera, prevención y control de la legionelosis.
Suelo radiante vs radiadores
El sistema de climatización por suelo radiante es muy eficiente pero no es el más utilizado en los hogares españoles. Se trabaja con fuentes de energía más comunes como puede ser el gas, la energía eléctrica o los paneles solares.
- En cuanto a estética: la calefacción tradicional con radiadores es un elemento visible y hay que tenerlo en cuenta a la hora de diseñar el interior de los espacios. En cambio, el suelo radiante, es una opción muy cómoda para espacios pequeños donde es necesaria la optimización del espacio.
- Si hablamos de temperatura: ésta se mantiene a una temperatura máxima de 35 grados mientras que los radiadores pueden alcanzar una temperatura de 75 grados centígrados, lo que los hace intocables.
- Consumo energético: el suelo radiante llega a consumir entre un 10% y 20% menos energía que otros sistemas convencionales Se trata de un sistema sostenible con el medio ambiente.
- En cuanto a confort: el suelo radiante genera bienestar en la vivienda porque la calienta de forma uniforme por todos los espacios.
Ventajas del suelo radiante
El suelo radiante tiene numerosas ventajas relacionadas con la eficiencia energética:
– La instalación de suelo radiante puede suponer un ahorro entre un 10% y un 20% en relación a otros sistemas de calefacción convencional. Esto se debe a que la temperatura de impulsión del agua es muy baja (30-45º) frente a los sistemas tradicionales (80-85º).
– Conseguimos un mayor confort ya que la temperatura del aire cercano al suelo será ligeramente superior a la temperatura del aire a la altura de la cabeza. Y el calor se reparte de forma uniforme por toda la casa.
– Es un sistema más saludable ya que al no producirse corrientes de aire se reduce el polvo, no produce sequedad como lo hacen otros, y la baja humedad consigue evitar la aparición de ácaros.
– El suelo radiante puede utilizar distintos sistemas de calentamiento de agua como calderas, bomba de calor y energía solar.
– Gracias a una bomba de calor podemos utilizar la misma instalación para refrescar el suelo en verano.
– Este sistema puede trabajar de forma continua muchas horas por lo que es muy útil para las casas o edificios con una ocupación de horario alta.
– Otra ventaja es que no ocupa espacio como los radiadores, y es más estética ya que no afecta a la decoración de la vivienda.
– Al tener un consumo más bajo, respeta más el medio ambiente.
Inconvenientes del suelo radiante
El suelo radiante es un tipo de calefacción que permite climatizar los espacios a través de un circuito de tuberías con agua caliente que fluye por el suelo. Aporta gran bienestar y confort y es una solución de climatización por radiación, pero también presenta inconvenientes:
– Para su instalación requiere una alta inversión inicial ya que el precio del suelo radiante es mayor que el de otros sistemas, pero la inversión se rentabiliza a corto plazo.
– Entre las desventajas del suelo radiante encontramos la dificultad de instalación, por lo que suele utilizarse en casos de obra nueva o en una rehabilitación integral.
– Al utilizar temperaturas más bajas de agua el tiempo para calentar la vivienda es mayor que con un sistema tradicional, por lo que la velocidad podría ser un inconveniente.
– El precio del suelo radiante varia mucho dependiendo de la calidad de los elementos del sistema y del instalador, un inconveniente es el desconocimiento de este tipo de instalaciones que nos puede llevar a una mala decisión. El precio medio de instalación son 40€/m2.
Mantenimiento de suelo radiante
Una de las labores esenciales para el mantenimiento del suelo radiante en nuestro hogar es la limpieza y reciclaje del agua que se encuentra dentro del sistema. Las labores de mantenimiento pueden ser de:
– Mantenimiento correctivo: cuando se deben corregir defectos, y arreglar o cambiar alguno de los elementos del sistema.
– Mantenimiento preventivo de suelo radiante: inspecciones periódicas para comprobar las condiciones del sistema.
En los tubos se van acumulando sustancias que debemos extraer si no queremos que estos se estanquen, el agua no pueda fluir y disminuya la transmisión de calor y el rendimiento de la instalación, o se produzcan averías en otros elementos de la instalación. Por ello, es muy importante el mantenimiento preventivo, ya que si conseguimos que la instalación este bien cuidada podemos pasar muchos años sin averías y prolongar la vida útil de los componentes.
Si quieres pedir presupuesto para llevar a cabo un proyecto de calefacción por suelo radiante en tu vivienda puedes contactar con los profesionales de Certicalia a través de la web.