Antes de abrir un local comercial es fundamental tener claro si necesitas licencia de apertura. Esta licencia acredita que el establecimiento cumple las condiciones de seguridad, salubridad y normativa urbanística exigidas por el ayuntamiento.
En términos generales, no es recomendable abrir un negocio sin licencia de apertura, porque puedes enfrentarte a sanciones económicas, órdenes de cierre y a la obligación de realizar costosas obras de adecuación una vez el negocio ya esté en marcha.
La Licencia de Apertura es un permiso obligatorio que autoriza a un negocio a iniciar su actividad. Garantiza el cumplimiento de las normativas urbanísticas y de seguridad, asegurando un entorno adecuado para trabajadores y clientes.
¿Cuándo es obligatoria la licencia de apertura?
La licencia de apertura (o licencia de actividad) es, con carácter general, indispensable para abrir un negocio en un local u oficina.
Solo se admite cierta flexibilidad en actividades:
- Profesionales, artesanales o artísticas desarrolladas en una vivienda particular.
- Siempre que no haya venta directa al público.
- Y que no se generen molestias a la comunidad de propietarios (ruidos, olores, tránsito excesivo de personas, etc.).
Si, aun desarrollándose en una vivienda, la actividad genera ruido u otras molestias, el ayuntamiento puede exigir que se tramite una licencia y, además, solicitar un certificado de ruidos que acredite que se cumplen los límites establecidos por la normativa.
La Ley de Economía Sostenible y el control previo
Con la entrada en vigor de la Ley de Economía Sostenible en 2011 se introdujo el criterio general de que:
“El ejercicio de actividades no se someterá a la obtención de licencia u otro medio de control preventivo, salvo en actividades que afecten a la protección del medio ambiente o del patrimonio histórico-artístico, la seguridad o la salud públicas, o que impliquen el uso privativo y ocupación de los bienes de dominio público, siempre que la decisión de sometimiento esté justificada y resulte proporcionada”.
En la práctica, esto se ha traducido en que muchas actividades han pasado a tramitarse mediante declaración responsable o comunicación previa, pero sigue existiendo la obligación de cumplir la normativa y, en muchas actividades, la necesidad de licencia de apertura.
¿Puedo abrir un bar sin licencia?
El caso de los bares, restaurantes y en general la hostelería es uno de los más estrictamente regulados.
Abrir un bar sin licencia de apertura es un riesgo muy elevado, porque son actividades consideradas potencialmente molestas (ruido, olores, horario, aforo).
Los requisitos más habituales para abrir un bar incluyen:
- Disponer de licencia de obras, si ha habido reforma o acondicionamiento del local.
- Cumplir con la normativa de ruidos, con las correspondientes medidas de insonorización.
- Cumplir con las normas de evacuación y seguridad (salidas, señalización, extintores, etc.).
- Disponer de hojas de reclamaciones.
- Cumplir con las normativas sanitarias (higiene, manipulación de alimentos, inscripción en el registro de empresas alimentarias, etc.).
- Disponer de un certificado de eficiencia energética del local.
Si montas el negocio, realizas la inversión y abres al público sin haber regularizado la situación, te arriesgas a que el ayuntamiento ordene el cese de la actividad, imponga multas y exija realizar obras adicionales de adaptación.

Multas y sanciones por abrir un local sin licencia
Las consecuencias de abrir un negocio sin licencia varían según la ordenanza municipal, pero en general pueden incluir:
- Multas económicas, que en algunos municipios pueden ir desde unos cientos de euros hasta importes muy elevados (miles o incluso cientos de miles de euros, según la gravedad).
- Clausura temporal o definitiva del local.
- Obligación de ejecutar obras de adaptación para cumplir la normativa, normalmente con plazos marcados por el ayuntamiento.
- Costes derivados de tener el negocio cerrado después de haber realizado la inversión inicial.
Muchos locales han tenido que cerrar tras inspecciones municipales, perdiendo buena parte de la inversión ya realizada solo por no haber tramitado la licencia o la documentación correcta desde el principio.
La comunidad de propietarios también puede denunciar
Además del ayuntamiento, la comunidad de propietarios del edificio puede desempeñar un papel clave:
- Si la actividad genera ruidos, olores o molestias, la comunidad puede acordar presentar una denuncia ante el ayuntamiento.
- Esta denuncia puede desencadenar inspecciones, requerimientos de medidas correctoras e incluso el cierre del negocio si no se adapta.
Por tanto, abrir sin licencia no solo es un problema administrativo, sino también una fuente de conflicto con los vecinos.
La Licencia de Apertura es un permiso obligatorio que autoriza a un negocio a iniciar su actividad. Garantiza el cumplimiento de las normativas urbanísticas y de seguridad, asegurando un entorno adecuado para trabajadores y clientes.
¿Y si no necesito licencia? Declaración responsable y comunicación de apertura
En muchos municipios, aunque no se exija una licencia de apertura clásica para determinadas actividades, sí es obligatorio presentar una declaración responsable o una comunicación previa.
En esa declaración responsable el titular:
- Manifiesta que cumple todos los requisitos legales para ejercer la actividad.
- Aporta información sobre la actividad a desarrollar, el local, su superficie y los medios de que dispone.
- Adjunta la documentación técnica necesaria (memoria, planos, certificados, etc.), según exija la normativa local.
El ayuntamiento, en estos casos:
- No “otorga” una licencia tradicional, pero queda formalmente informado de que se ha iniciado una actividad.
- Puede realizar inspecciones posteriores para comprobar que lo declarado es cierto y que el local cumple la normativa.
Si en la inspección se detectan incumplimientos, se pueden imponer medidas correctoras, sanciones o incluso el cierre.
Licencia exprés o declaración responsable para abrir un negocio
Desde mayo de 2012 se ha extendido en muchos ayuntamientos la figura de la conocida como “licencia exprés”, basada precisamente en la declaración responsable.
En términos generales (las condiciones concretas dependen de cada municipio):
- Suele aplicarse a locales de menor superficie (por ejemplo, que no excedan de 300 m²).
- Permite iniciar la actividad en plazos más cortos, presentando la documentación y la declaración responsable.
- No suele admitirse para actividades consideradas especialmente molestas, insalubres o peligrosas.
Eso sí, incluso con licencia exprés:
- Los técnicos municipales pueden visitar el local.
- Si detectan incumplimientos, se concederá un plazo para realizar las medidas correctoras necesarias.
- En caso de no hacerlo, podrán imponerse sanciones o incluso ordenar el cese de la actividad.
La ventaja principal de este sistema es el ahorro de tiempo y costes administrativos, algo muy relevante cuando ya se está pagando un alquiler o se ha comprado el local.
¿Merece la pena abrir un local sin licencia?
En resumen, no es aconsejable abrir un local sin licencia o sin la documentación exigida en tu municipio, tanto si se trata de:
- Una actividad aparentemente “sencilla” (por ejemplo, una tienda de ropa).
- Como si es una actividad molesta o con mayores requisitos (hostelería, talleres, centros de ocio, etc.).
Los riesgos legales, económicos y de imagen superan con creces el coste de tramitar correctamente la licencia, la declaración responsable y el resto de documentación desde el inicio.
Además, si en el futuro quieres solicitar ayudas o subvenciones para tu negocio, lo habitual es que te pidan copia de la licencia de apertura o de la documentación que acredite que tu actividad está en regla. Abrir sin licencia solo puede traerte problemas.
Si necesitas ayuda para tramitar la licencia de apertura, realizar el proyecto técnico, gestionar el certificado de eficiencia energética o preparar la documentación necesaria, en certicalia puedes encontrar profesionales especializados que te asesorarán para que tu negocio cumpla la normativa desde el primer día.