¿Cuándo solicitar las ayudas rehabilitación vivienda?

Para solicitar cualquier tipo de ayuda para la rehabilitación de una vivienda o edificio, es necesario que el inmueble haya sido construido con anterioridad al año 1981. Es preciso solicitar  esta ayuda en la delegación de fomento de la comunidad autónoma donde se encuentre la vivienda o el edificio en cuestión. Esto es debido a que la competencia en gestión de ayudas pertenece a cada comunidad autónoma partículas a pesar de que la subvención la procese el gobierno español. Aunque si bien es cierto, existen otro tipo de ayudas que vienen dadas por las comunidades autónomas directamente, sin embargo no en todas las comunidades tienen el mismo procedimiento o llegan a existir.  

Acudir a un profesional como garantía

Así mismo, como se ha apuntado anteriormente, si somos conscientes de que no vamos a realizar un trabajo con éxito o con el cual se garantice la optimización del trámite, será oportuno acudir a un profesional. Este podrá gestionar todo el proceso que conlleva la solicitud de una subvención. Se trata de un procedimiento habitual para este tipo de profesionales tanto para las diferentes subvenciones y ayudas como para un amplio rango de sectores (viviendas privadas, oficinas, edificios históricos, etc.).

Además, la fecha para la solicitud de ayudas para la rehabilitación de edificios es una fecha abierta por lo que no existe un mes o un día límite, tan solo existe un único requisito inicial y es para las viviendas que puedan optar por este tipo de ayudas, y son aquellas que han sido edificadas antes del año 1981. Algo que hace pensar en las miles de viviendas que existen en nuestro país construidas con anterioridad a la fecha mencionada, y que realmente necesitan de forma urgente una rehabilitación de consideradas dimensiones. 

Así mismo, es también muy importante que la obra que se vaya a llevar a cabo se realice por personal cualificado. Esto garantizará que la recuperación del inmueble se ha realizado con todas las garantías por parte de todos los profesionales que hayan aportado su punto de vista. Bien sea desde la seguridad laboral hasta por la calidad del edificio en sí mismo y el cual podrá generar en el futuro otros desperfectos si no es tratado adecuadamente.  

No desistir en el empeño ante una negativa

Si finalmente no es posible rehabilitar una vivienda gracias a ayudas para el edificio donde nos encontramos residiendo, no hay que desistir y seguir buscando opciones donde el adecentamiento o adaptación sea rápido y aporte mayor bienestar a los habitantes u ocupantes del inmueble. Garantizar la seguridad debe ser una máxima en estos casos.

Existen situaciones en las que la solicitud de una subvención para la rehabilitación de una vivienda se da porque uno de los habitantes tiene movilidad reducida. En este caso es necesario realizar ciertos cambios por el bien del enfermo y de las personas que permanezcan en su interior. Pero ante una primera negativa, en muchas ocasiones, se guarda silencio y no se vuelve a solicitar, algo que no debería considerarse debido a la necesidad vital para estas personas.

Si la resolución de dicha subvención es negativa, aun cumpliéndose los requisitos, es imperativo que se vuelva a solicitar, ya que es posible que se haya dado algún tipo de problema administrativo o de otra índole. Por ello, y como no podemos estar seguros de cuál ha sido el motivo, se recomienda que se vuelva a solicitar.