¿Cuándo solicitar un certificado EMAS?

Realmente, no hay un momento o un motivo que haga imprescindible la solicitud de este certificado, ya que no es obligatorio que lo poseas. No obstante, es un buen reclamo publicitario para competir con otras empresas de tu sector y poseer una buena imagen de cara a esos agentes que rodean a tu organización.

La declaración ambiental y los stakeholders

La declaración ambiental, requerimiento indispensable para la obtención del certificado de calidad EMAS, puede ser también una buena carta de presentación de cara a esos agentes a los que nuestra actividad afecta, en cierta medida. Estos son los llamados stakeholders (accionistas, inversores, competidores, comunidad en la que se halla nuestra empresa, etc.). No todos los stakeholders son iguales ni nuestra relación con ellos será la misma. Al margen de esto, suponemos que estás de acuerdo en que, cuanto más cordial sea tu trato con ellos, más beneficiará a la consecución de los objetivos de tu organización.

Así, una buena forma de llegar a ellos es la búsqueda de la empatía con estos agentes a través de la declaración ambiental. Porque este documento no debe verse como un obstáculo molesto para la consecución de nuestro certificado de calidad EMAS, sino, más bien, como un comodín en la búsqueda de agentes externos que refuercen nuestro estatus en el colectivo empresarial. Por consiguiente, son, tanto el proceso como la posterior obtención del Certificado EMAS, unos trampolines hacia el reconocimiento y la publicidad de nuestra organización. Si sabes jugar bien tus cartas, la combinación de tu certificado y la influencia mutua con los stakeholders te hará ganar la partida.

Certificación EMAS e ISO

ISO es una normativa de la Organización Internacional para la Normalización. Su función es determinar ciertos requisitos para establecer sistemas de gestión de la calidad en una organización. Estos sistemas se adoptan como unos mecanismos internos de auditoría por parte de las empresas u organizaciones (no importa si se trata de empresas privadas o públicas).

Por su parte, la certificación EMAS responde a unos estándares a nivel internacional, a través de un sistema de auditoría distinto y que requiere mayor compromiso que la norma ISO. Por tanto, el certificado de calidad EMAS tiene un mejor reconocimiento por parte de esos stakeholders de los que hablábamos un poco más arriba. También supone una ventaja el Certificado EMAS a la hora de adquirir beneficios sobre la competencia en concursos y licitaciones a nivel europeo.

La tenencia de una certificación de calidad EMAS puede contribuir a que la empresa que lo posea obtenga los siguientes beneficios:

- Reducción de los costes asociados a la gestión de los recursos y residuos.

- Minimización de riesgos a través de la generación de posibles ahorros y beneficios (como, por ejemplo, un descuento de un 20 % a la hora de solicitar la etiqueta ecológica de la Unión Europea).

- Respeto hacia los requisitos reglamentarios.

- Beneficio en las exenciones a la normativa ambiental (como, por ejemplo, a la hora de la presentación de informes o cuando se realizan inspecciones).

- Mejora en sus relaciones con las partes interesadas, tanto internas como externas.

- Logro, en consecuencia, de una ventaja competitiva en el sector.