Las ventanas son una de las partes clave del aislamiento térmico y acústico de una vivienda. Cuando son antiguas, de vidrio simple o de carpintería metálica sin rotura de puente térmico, es habitual preguntarse cuánto cuesta cambiar las ventanas, qué materiales elegir y qué normativa hay que cumplir.
Antes de pedir presupuesto, conviene conocer los rangos de precio de cambiar ventanas, las posibles ayudas para cambiar ventanas y las diferencias entre una sustitución sencilla y obras más complejas, como convertir una ventana en balcón.
Conjunto de planos, cálculos y documentación técnica necesaria para ejecutar obras de mejora en una vivienda. Puede abarcar desde cambios en la distribución interior hasta rehabilitaciones estructurales, siempre cumpliendo la normativa y con las licencias municipales correspondientes.
Cómo calcular el precio de cambiar las ventanas
La primera pregunta suele ser: ¿cuánto podría costarme cambiar las ventanas de casa?
Para una vivienda tipo, un piso estándar, y contratando a un instalador o carpintero profesional, el precio de cambiar las ventanas puede variar aproximadamente:
- Desde 750 €
- Hasta unos 4.700 €
- Con una media aproximada de 2.600 € por cambiar las ventanas de una vivienda tipo.
Esta horquilla depende del número de ventanas, del material de la carpintería, del tipo de vidrio, de la mano de obra y de si se aprovechan o no ayudas públicas para mejorar la eficiencia energética.
Materiales de las ventanas y precio por m²
Uno de los factores que más influye en el precio de una ventana nueva es el material de la carpintería. De forma general, podemos distinguir tres grandes tipos:
Ventanas de madera
La madera es el mejor material desde el punto de vista térmico, ya que ofrece un excelente aislamiento natural. Además:
- Aporta un acabado muy elegante y cálido.
- Ofrece gran variedad de diseños y colores.
- Requiere mantenimiento periódico (barnices, tratamientos, etc.).
En cuanto al precio, una ventana de madera puede partir de unos 250 €/m², pero maderas nobles como el roble o el iroko pueden elevar el coste de forma notable. Si se trata de madera especialmente tratada para exterior, el precio también aumenta.
Ventanas de aluminio
El aluminio es uno de los materiales más utilizados para ventanas. Sus ventajas principales son:
- Alta resistencia y durabilidad.
- Buen comportamiento frente a la humedad y a los cambios de temperatura.
- Se usa mucho en zonas de clima “extremo” (muy frío, muy caluroso o muy húmedo).
El aluminio en sí no es aislante, por lo que hoy en día se utiliza casi siempre con rotura de puente térmico (RPT). Esta mejora aumenta bastante el aislamiento, pero también el precio de la ventana.
De forma orientativa, el coste de una ventana de aluminio puede situarse entre 200 y 400 €/m², dependiendo de la calidad del perfil, del aislamiento incorporado y del tipo de vidrio.
Ventanas de PVC
El PVC es un material muy extendido en obra nueva y rehabilitación por su buen equilibrio entre precio y prestaciones:
- Ofrece buen aislamiento térmico y acústico.
- El mantenimiento es mínimo.
- Es resistente y tiene una vida útil larga.
El precio de una ventana de PVC suele arrancar alrededor de 250 €/m² colocada, incluyendo instalación.
Comparativa rápida de precios por m²
De forma muy general y orientativa, se puede resumir así:
- PVC: desde unos 250 €/m² colocada.
- Aluminio con RPT: entorno a 350 €/m².
- Madera para exterior: alrededor de 500 €/m² o más.
Estos valores son aproximados y sirven únicamente como referencia para comparar materiales a la hora de valorar cuánto cuesta cambiar las ventanas de una vivienda.
Factores que influyen en el precio de cambiar las ventanas
No solo el material marca el precio de una tas… (perdón: el precio de cambiar las ventanas 😊). Hay varios elementos que influyen directamente en el presupuesto final:
1. Carpintería: el mayor porcentaje del coste
La carpintería (el marco y la hoja) es el elemento más caro de la ventana, y puede suponer alrededor del 80 % del precio total. Por eso no suele ser buena idea ahorrar solo en perfiles y descuidar el vidrio.
2. Tipo de vidrio
El vidrio puede llegar a representar hasta un 15 % del precio de la ventana, pero su elección es clave para el confort:
- Hoy en día, prácticamente todas las ventanas de calidad son de tipo “climalit” o similar, con doble acristalamiento y cámara de aire estanca.
- Es recomendable que el vidrio sea laminado, para mejorar la seguridad y reducir el riesgo de rotura.
- Es muy interesante incorporar vidrios de control solar, que limitan la radiación directa del sol y mejoran el rendimiento energético.
Un vidrio de calidad, bien combinado con la carpintería adecuada, se nota mucho en la factura de climatización.
3. Tipo de apertura y diseño
El tipo de apertura también influye en el precio:
- Practicable o abatible
- Oscilobatiente
- Corredera
- Plegable, oscilo-paralela, etc.
Según el tipo elegido, el coste puede variar hasta un 5 % del precio de la ventana o incluso más si se trata de sistemas especiales.
4. Mano de obra y complejidad de la instalación
Cada instalador o carpintero fija sus propias tarifas de mano de obra, que dependerán de:
- Dificultad de acceso a la vivienda.
- Necesidad de andamios o medios auxiliares.
- Retirada y gestión de residuos de las ventanas antiguas.
- Remates interiores y exteriores (alféizares, tapas, sellados…).
5. Número de ventanas a cambiar
Cuantas más ventanas haya que sustituir:
- Mayor será el presupuesto total, pero
- Más se aprovecha el coste de desplazamiento y la mano de obra, por lo que el precio por unidad suele ajustarse.
¿Cuánto cuesta cambiar las ventanas según el tamaño y tipo de vivienda?
No es lo mismo cambiar las ventanas de:
- Una vivienda de 50 m² en un bloque de pisos en el centro de una ciudad.
- Una vivienda unifamiliar de 500 m², aislada en una urbanización.
En el segundo caso:
- Las tareas de medición y montaje serán mayores.
- Es posible que haya grandes superficies acristaladas.
- Puede que no existan comparables estándar y se requieran soluciones más complejas.
En esas viviendas muy acristaladas, el presupuesto sube, pero también el potencial de ahorro energético al cambiar ventanas antiguas por otras de altas prestaciones.
Subvenciones y ayudas para cambiar ventanas
Una parte fundamental del precio final de cambiar las ventanas es si se puede acceder o no a ayudas públicas.
Plan Renove de ventanas y ayudas a la rehabilitación
Periódicamente, las Comunidades Autónomas ponen en marcha ayudas para mejorar la eficiencia energética de las viviendas. En el caso de las ventanas, suelen conocerse como “Plan Renove de Ventanas”, aunque el nombre exacto puede variar.
Estas ayudas suelen cubrir:
- Una parte del importe de las nuevas ventanas y su colocación.
- La retirada de las antiguas.
- Tanto el acristalamiento como la carpintería (sea de PVC, aluminio o madera), siempre que cumplan determinados requisitos de eficiencia energética.
Cuantía habitual de las ayudas
Cada convocatoria fija sus propias condiciones, pero de forma orientativa se suele establecer:
- Un porcentaje de la instalación que se financia.
- Un porcentaje del coste de los materiales.
- Un límite de ayuda por superficie de ventana, por ejemplo entre 80 y 120 €/m².
- La obligación de acudir a proveedores adheridos al plan.
Gracias a estas ayudas, el precio de cambiar las ventanas se reduce de forma muy significativa, especialmente si se trata de grandes superficies acristaladas.
Conjunto de planos, cálculos y documentación técnica necesaria para ejecutar obras de mejora en una vivienda. Puede abarcar desde cambios en la distribución interior hasta rehabilitaciones estructurales, siempre cumpliendo la normativa y con las licencias municipales correspondientes.
Cambiar ventanas vs. convertir una ventana en balcón
Una duda frecuente es si el presupuesto incluye solo cambiar las ventanas o una obra más ambiciosa, como convertir una ventana en balcón.
Cambiar las ventanas (sustitución sencilla)
En la mayoría de los casos, cambiar las ventanas significa:
- Mantener el mismo hueco en fachada.
- Sustituir la carpintería y el vidrio antiguos por otros nuevos.
- Mejorar aislamiento, estanqueidad y estética.
Suele considerarse una actuación más sencilla y, según el ayuntamiento, puede tramitarse como obra menor (siempre hay que confirmar la normativa municipal).
Convertir una ventana en balcón
En cambio, convertir una ventana en balcón implica normalmente:
- Agrandar el hueco existente hasta llegar casi al suelo.
- Modificar la fachada del edificio.
- Instalar elementos adicionales (barandilla, antepecho, posible pequeño vuelo tipo balcón francés, etc.).
Esto suele conllevar:
- Proyecto técnico redactado por un profesional.
- Permisos específicos del ayuntamiento, que en muchas ocasiones tramita la obra como obra mayor.
- Autorización de la comunidad de propietarios, al afectar a la estética y configuración de la fachada.
Por todo ello, el precio de convertir una ventana en balcón es mucho más alto que el de simplemente cambiar las ventanas, ya que incluye más demolición, más acabados y un mayor nivel de tramitación administrativa.
Si tu idea es “abrir” más la vivienda y ganar sensación de balcón, es importante dejarlo claro desde el principio al profesional para que te haga un presupuesto ajustado al tipo de obra que necesitas y te indique los permisos necesarios.
Ejemplo: precio de ventanas de PVC con vidrio climalit
A modo de resumen, para una vivienda tipo con varias ventanas de PVC y vidrio tipo climalit, se puede hablar de:
- Un coste aproximado de 4.000 €,
- Lo que equivale a unos 400 €/m² de ventana instalada.
Si se consigue una subvención del 25 % por parte de la Comunidad Autónoma, el coste efectivo se reduciría a unos 3.000 €.
En viviendas muy acristaladas o de gran tamaño, el presupuesto sube, pero el ahorro energético y el confort también son mayores.
Normativa aplicable: Código Técnico de la Edificación (CTE)
El Código Técnico de la Edificación (CTE) recoge las exigencias básicas que deben cumplir los edificios en España en materias como:
- Eficiencia energética.
- Ahorro de energía.
- Seguridad y habitabilidad.
Al cambiar o instalar ventanas nuevas, es importante que:
- Cumplan los requisitos de transmitancia térmica establecidos en función de la zona climática.
- Garanticen una adecuada estanqueidad al aire y al agua.
- Contribuyan a reducir la demanda energética de la vivienda.
Por eso, es recomendable contar con profesionales que conozcan la normativa vigente y puedan aconsejar qué tipo de ventana se ajusta mejor a tu zona y a tu presupuesto.