¿Cuándo solicitar una autorización de vertidos?
La autorización de vertidos de dominio publico hidráulico o también llamada licencia de vertidos, es necesaria para poder tener los permisos de actividad, es decir, para poder tener algunas actividades productivas. Por ejemplo, es necesario cuando se trata de residuos agrícolas o ganadores, cuando son vertederos, balsas de acumulación, tanques o depósitos.
Todas las instalaciones que tengan una autorización ambiental integral no tendrán problemas, ya que dentro de la misma, se encuentra incluida la licencia de residuos y también quedan exentos de presentarla aquellos que necesiten autorización de emisiones, ya que estas no se consideran residuos.
Como te comentábamos, la autorización de vertidos es un documento necesario para poder completar los permisos de actividad de una empresa. Es decir, si quieres abrir una empresa, antes de iniciar tu actividad, tendrás que tener la licencia de vertidos, tanto para vertidos directos, como para aquellos indirectos.
No hace falta tener la autorización en el caso de las emisiones que se consideren residuos y tampoco tienes que gestionar la licencia si tu actividad no requiere de esta, si no de otras autorizaciones medioambientales que son más específicas como por ejemplo, la de residuos agrícolas y ganaderos, de vertederos, de balsas de acumulación o la de tanques y depósitos. Las instalaciones que ya tengan la Autorización Ambiental Integral no tendrán necesidad de pedir esta licencia de vertidos tampoco ya que está incluida en la misma.
Dando respuesta a la pregunta de por qué hace falta, a nivel general, parece natural pensar que hace falta para mantener nuestro medioambiente sano y lo menos contaminado posible, algo que a veces requiere de cierta regulación específica pero que nos asegura salud y un mundo más responsable.
Es necesario que solicites tu autorización de vertidos con suficiente antelación para realizar el proyecto o memoria y poder hacer la solicitud. Ten en consideración también que, para los trámites no simplificados, el procedimiento obliga a la información pública. Los plazos estimados para la realización del proyecto puede ser de entre uno y tres meses. El informe previo; seis meses y para la información pública, son treinta días. En cuanto a la resolución: máximo de un año y la vigencia de la autorización es de máximo 5 años y 8 si se trata de una Autorización Ambiental Integrada. Te recomendamos que te acerques a la autoridad competente con la mayor rapidez ya que, como puedes ver, se trata de un trámite algo pesado que incluye declaración simplificada de vertidos y la documentación de la actividad específica. Luego, una vez se solicita la autorización, necesitarás aún más tiempo antes de obtenerla y por ello, mejor curarse en salud con el tiempo.
Además, te recordamos que este trámite tiene una alta dificultad de elaboración y por tanto, estarás limitado al no poder hacerlo tú mismo y tener que acceder a un profesional competente especializado.
¿Qué es la autorización de vertidos?
La autorización de vertidos o licencia de vertidos es una de las herramientas de la Administración del Estado para gestionar la contaminación de las aguas y por tanto, del Medio Ambiente. Si nos ponemos a pensar en que casi toda la superficie de nuestro mundo es agua, resulta totalmente natural entender la gran importancia de tener cuidado de no contaminar las aguas. Por ello, existen varios programas de seguimiento, vigilancia y control para regular los vertidos que, tanto las empresas como las personas realizamos. Esto es así porque es fundamental el impacto de los residuos en el agua, tanto para los ecosistemas acuáticos como para todo el planeta.
La licencia de vertidos se concreta en un documento administrativo que otorga la autoridad competente para autorizar la emisión de contaminantes ya sea de forma directa o indirecta. Esto quiere decir que ya sea la Comunidad Autónoma como la Cuenca hidrológica, determina, con este documento, si un proyecto tiene o no viabilidad a nivel medioambiental de aguas.
La autorización de vertidos de dominio público hidráulico, sin importar cuál sea el procedimiento utilizado en el vertido, deben ser regulados con una autorización que se rige por varios detalles, incluidos en la ley:
-Las aguas residuales, es decir, lo que desechamos, debe ser sometido a un proceso de depuración antes de ser vertidos para poder garantizar un impacto mínimo al medio ambiente.
-Está prohibido, en carácter general, el vertido directo o indirecto de productos residuales, que puedan llegar a contaminar las aguas continentales y otros elementos que sean de dominio público (los ríos, mares o lagos) a no ser que se tenga una autorización.
La licencia de vertidos tiene como objetivo conseguir un buen estado de las aguas, de acuerdo a las normas de calidad actuales, a los objetivos nacionales y regionales medioambientales y a las características de inmisión y emisión que se establecen en nuestro país. De esta forma, se trata de garantizar que los vertidos no contaminen tanto, si no el mínimo posible, las masas de aguas. La autorización, como documento, concreta varias cuestiones, por ejemplo, cuál es el origen de las aguas residuales que se deben verter y cuál es el punto de vertido; cuál es su caudal y qué instalaciones de depuración y evacuación se han tenido en cuenta; qué programas de reducción de la contaminación se han adoptado, qué medidas se deberían tomar en situaciones de emergencia; cuál es el canon de control de vertidos y un largo etcétera.
Se trata de un documento muy detallado que da el permiso a las empresas a poder verter residuos pero de manera responsable, dando un especial interés al medio ambiente. Esta autorización se consigue por vía de tres procedimientos administrativos que deben seguirse a través de las autoridades competentes. El procedimiento dependerá del destinatario de la licencia de vertidos y por supuesto, del tipo de vertido ya que no todos tienen el mismo impacto en el ambiente.
Normativa y requisitos de la autorización de vertidos
Es objeto de esta ley es regular las aguas públicas, es decir, el uso que le damos al agua y por tanto, también los límites que existen para evitar que esta sea contaminada. Se regulan con la ley de aguas tanto las aguas continentales superficiales, como las subterráneas consideradas renovables que sirven para generar energía. Ambas se integran en el ciclo hidrológico, ya que constituyen un recurso único, que forma parte del Estado español, el encargado de hacer una planificación hidrológica para poder asegurar los objetivos.
Dentro del texto refundido de la ley de aguas, se habla del Plan Hidrológico Nacional. aprobado por ley y que contiene una serie de medidas. Estas, a su vez, sirven para coordinar los llamados planes de cuenca, así como ocuparse de la previsión y de las condiciones de las transferencias de recursos hidráulicos entre los territorios.
Los organismos de cuenca son los encargados de crearlo y revisarlo, además de hacer que se cumplan. Según dicta la ley, los planes hidrológicos nacionales son documentos públicos que buscan regular y gestionar todo lo relacionado con el agua y no crean por sí mismos ningún derecho a favor de particulares o de empresas. Por otro lado, según la ley nacional que los regula, los planes hidrológicos se crean en coordinación con las diferentes actividades sectoriales, por ejemplo, aquellas que tengan que ver con los usos del agua y del suelo. El Gobierno será el encargado de aprobar los planes hidrológicos.
Con el Real Decreto 125/2007, de 2 de febrero, se regulan las demarcaciones hidrográficas, es decir, qué aguas corresponden a qué tierras. Para entender qué es una demarcación hidrográfica, debemos saber que se compone de la zona marina y terrestre y se compone por una o por varias cuencas hidrográficas. Estas a su vez, se componen de aguas de transición, aguas subterráneas y aguas costeras. Cuando se trata de aguas compartidas entre varias demarcaciones, se atribuye a cada cuenca la parte de este que corresponda a su territorio. También se une a esta legislación, el reglamento de planificación hidrológica.
Otra ley muy importante que regula la autorización de vertidos es la ley de residuos y de suelos contaminados cuyo objeto es establecer el régimen legal en relación a los residuos, algo muy importante para el medioambiente.
También se intenta tomar medidas preventivas que eviten la generación de residuos y para reducir los posibles impactos negativos sobre la integridad humana y el planeta que se asocian al mal uso de los residuos.
En la anterior Ley de residuos y en la actualizada, el objetivo sigue siendo siempre el mismo, es decir, regular el régimen legal de los suelos y asignar el ámbito de aplicación de la legislación española. mediante algunas exclusiones que se detallan en el texto, disponible en el BOE.
En esta ley se incluye también un apartado de definiciones, algo muy esclarecedor. Por ejemplo, podemos entender la diferencia entre conceptos como reciclaje, reutilización y residuos, entre otros. Estos sirven para entender mejor la ley.
¿Cómo conseguir una autorización de vertidos?
Para poder tener la autorización de vertidos, según exige la ley, se deben seguir los siguientes pasos:
-En primer lugar, deberás solicitar la autorización al órgano competente, según el tipo de vertido que aplique a tu caso. Para las autorizaciones de vertidos generales, el organismo será la Cuenca hidrográfica u órgano autonómico; si no lo sabes con exactitud en tu caso, puedes consultarlo en tu comunidad autónoma.
-En la declaración simplificada de vertidos, o declaración general de vertidos, será el Ayuntamiento quien recoja y trámite la autorización.
-Para tramitar la autorización siguiendo el procedimiento simplificado, deberás cumplir con las siguientes condiciones: que se trate de vertidos de naturaleza urbana o asimilable, que dichos residuos procedan de núcleos aislados de población, con carga contaminante inferior a 250 habitantes-equivalentes, antes de la depuración y que no exista posibilidad de formar parte de una aglomeración urbana, según la normativa que regula el tratamiento de aguas residuales.
-Para solicitar la autorización deberás acercarte a la Cuenca Hidrográfica, a la Comunidad Autónoma (a la consejería de medioambiente o a la ordenación del territorio). Para los procedimientos simplificados, deberás ir al Ayuntamiento.
Los documentos que te pedirán para poder tramitar la autorización de vertidos son los siguientes:
-Solicitud de Vertido, que lo pides en la administración competente.
-Informes ambientales previos.
-Memoria sobre la actividad que incluya datos sobre el consumo de agua, descripción de la actividad industrial, detalle de las materias primas y productos finales, plano acotado de la red de saneamiento interna y del proceso industrial de la empresa, resumen de los resultados de autocontrol (en caso de renovación de la Autorización) y registros de vertidos.
Para la realización de la autorización de vertidos, por lo general, el técnico encargado de hacer el documento necesitará que le aportes alguna documentación, entre la que destaca la documentación acreditativa de la titularidad del proyecto; si no se trata del mismo profesional que realizó el proyecto de la actividad, necesitarás toda la documentación técnica asociada al mismo (es decir, informes ambientales previos, planos de la instalación, descripción del proceso, volumen del vertido y características analíticas de los vertidos)
Cabe mencionar que la autorización de vertidos no sigue este trámite cuando se trata de vertidos al mar. En dicho caso, la documentación será otra:
-Solicitud de autorización de vertido al mar desde tierra al órgano competente.
-Proyecto.
-Solicitud de concesión de ocupación del dominio público marítimo-terrestre o portuaria, si aplicase.
-Documentación acreditativa de la titularidad de la instalación o de la representación de la misma.
-Tasas administrativas.
Esta autorización se consigue gracias al trabajo de profesionales especializados en materia ambiental (licenciados, ingenieros, otros) y empresas de consultoría ambiental. Los precios dependen de la magnitud de las instalaciones y de la actividad a las que estas se destinen, pero en cualquier caso, los únicos que pueden hacerlo son las personas profesionales con competencias amplias en materia ambiental. No puede firmarlo uno mismo.
Cuanto cuesta autorización de vertidos
La Autorización de Vertidos es un trámite indispensable para cualquier actividad que genere aguas residuales y las derive a un dominio público hidráulico o a sistemas de alcantarillado urbano. La obtención de esta autorización asegura que los vertidos cumplen con la normativa vigente, protegiendo así el medio ambiente y la salud pública.
El precio de este trámite varía considerablemente debido a factores como la localización del vertido, el tipo de actividad que lo produce, y la cantidad y calidad de los efluentes. En términos generales, la tarifa puede oscilar entre \\500 y \6000€\, sujeto a las características específicas del vertido y los costes adicionales que puedan derivarse de estudios de impacto ambiental o proyectos técnicos necesarios para la solicitud de la autorización.
Es importante destacar que este coste no incluye tasas e impuestos que puedan aplicar las autoridades locales o regionales, que pueden añadirse al precio final del trámite. Además, la Autorización de Vertidos debe renovarse periódicamente, lo que podría implicar gastos adicionales a lo largo del tiempo para garantizar el cumplimiento contínuo de la normativa ambiental.
