Tasación de nave industrial
en el municipio de Niebla

La tasación o valoración inmobiliaria de una nave o una parcela industrial es la valoración del precio de mercado de una nave, suelo o establecimiento industrial en un momento determinado y con una finalidad concreta. La finalidad de este documento es muy importante, pues determinará el método escogido para llevar a cabo la valoración. La principal diferencia entre este tipo de tasación y la tasación de otros inmuebles como viviendas o locales comerciales radica en la propia naturaleza de las naves, generalmente estructuras metálicas entre medianeras, con cubiertas de chapa a dos aguas y materiales generalmente vistos en fachadas tales como bloques de hormigón. Suelen distribuirse en plantas diáfanas de gran altura para poder albergar los equipos y procesos propios de las actividades industriales. Por tanto, en la valoración, deben tenerse en cuenta factores comunes con otros tipos de valoraciones tales como el precio del suelo, el entorno y sus servicios y el estado de conservación, pero también aquellos factores particulares como el mobiliario y las instalaciones especiales de que suelen disponer como sistemas de estanterías y almacenamiento, transformadores, equipos de vapor, elevadores, prensas, rampas de acceso, puertos de carga descarga, tanques, silos, etc. Al igual que en otros tipos de tasaciones, en función de su finalidad podremos encontrar valoraciones: para procesos civiles, procesos penales, mercantiles, fiscales, a efectos expropiatorios y urbanísticos, para ciertas finalidades financieras (hipotecarias), valoraciones catastrales, legales y valoraciones privadas. Cada una de ellas, salvo las privadas, están reguladas por distintas leyes y normativas. En el caso de las valoraciones privadas, responden a numerosos fines y son muy utilizadas para negociaciones mercantiles, elaboración de presupuestos, separaciones matrimoniales, división de herencias, división de copropiedades, disolución o reparto de negocios familiares, partición o permuta de fincas, etc

Cuando se requiera conocer el valor de mercado de un local comercial para cualquiera de los trámites relacionados antes. Las valoraciones inmobiliarias suelen tener un periodo de validez temporal corto, al estar el precio de mercado afectado por variables que pueden cambiar muy rápidamente.

Debe ser realizada por un ingeniero o ingeniero técnico industrial, aunque dependiendo de la finalidad del documento, otros técnicos (por ejemplo ingenieros agrónomos en el caso de naves agrícolas. Factores que influyen en la tasación El valor de partida suele ser el valor de mercado. El equipamiento de la nave. Los servicios próximos: transporte, zonas verdes, lugares de ocio, servicios escolares, médicos, supermercados, etc. La superficie: m2 y distribución, si tiene o no garaje o trastero. La calidad de los materiales de construcción. La antigüedad.

Para procesos civiles: Ley de Enjuiciamiento Civil. Procesos penales: Ley de Enjuiciamiento Criminal. Mercantiles: Texto refundido de la Ley de Sociedades Anónimas, aprobado por RD 1564/1989, de 21 de diciembre. Fiscales: Ley General Tributaria 230/1963 de 28 de diciembre. A efectos expropiatorios y urbanísticos: Ley del Suelo 6/1998 y sus sucesivas modificaciones y orden ECO 805/2003 Para ciertas finalidades financieras (hipotecarias): Orden de 805/2003 sobre normas de valoración de bienes inmuebles. Valoraciones catastrales: Normas técnicas de valoración aprobadas por RD 1020/1993 de 25 de junio. Ley del Catastro Inmobiliario. Valoraciones Legales: Ley de arrendamientos urbanos Valoraciones privadas: no reguladas por ninguna normativa específica, deben cumplir los requisitos formales que solicite el peticionario.

El profesional tasador realizará mediciones para levantar un croquis o plano de la nave industrial, tomará fotografías y recabará datos acerca de los acabados, los materiales, los equipos e instalaciones y el estado de conservación del inmueble. Dependiendo del tamaño, equipamientos y objeto de la actividad puede tardar unas horas o necesitar una segunda visita.

La documentación catastral del local, la licencia de actividad, el contrato de arrendamiento y/o escritura de propiedad, hojas de especificaciones o manuales de instalaciones o equipamientos integrados y en algunos casos, un informe de gastos.

Una vez contactada la empresa, de tres a siete días desde la visita, aunque puede prolongarse unas semanas si se trata de una nave con una actividad muy compleja.