¿Cuándo solicitar una auditoría energética alumbrado público?

Las auditorías, generalmente, se realizan antes de que se haga una reforma sustancial del alumbrado público del municipio. A pesar de esto, existe la preceptiva europea de reducir en un 20% el consumo energético para 2020. Este acuerdo al que han llegado varios países europeos, supone una inversión importante por parte de ciudades y localidades en eficiencia energética, por lo que las auditorías se están realizando bajo ese objetivo.

En varias localidades, el gasto en luz supone más del 50% de gasto en energía eléctrica, por lo que se han visto obligados a realizar tareas de eficiencia energética a través de auditorías para conocer el estado de la infraestructura lumínica. Lo podrás haber vivido en tu propia ciudad, donde seguro que has visto que se han remodelado infraestructuras lumínicas en vías públicas.

La realización de auditorías, por tanto, se realiza cuando se considera que el gasto en energía es demasiado alto, cuando los elementos lumínicos son antiguos e ineficientes y existe una necesidad real de adecuar el alumbrado público a las necesidades de los ciudadanos y a las normativas vigentes.

Los ayuntamientos, que reciben subvenciones para llevar a cabo estos proyectos, se encargan de realizar concursos públicos para elegir la mejor oferta de auditoría por parte de las empresas energéticas de la región. Las empresas se eligen según la experiencia que tengan en proyectos de ese tipo y en la calidad de su oferta.

¿Por qué necesita un ayuntamiento una auditoría para mejorar la eficiencia?

Son imprescindibles, ya que sin una auditoría, no se conocería el estado actual del alumbrado público y sus consecuencias económicas sobre el gasto del consistorio. El ayuntamiento debe realizar tareas de eficiencia bajo el conocimiento de los datos obtenidos por una auditoría, debidamente efectuada por técnicos habilitados para dicho proyecto.

Mediante los datos que pone a disposición la auditoría, se pueden llevar a cabo reformas integrales de la infraestructura e implantar sistemas de gestión eléctrica tan novedosos como el SGE (Sistema de Gestión de la Energía), que permite controlar detalladamente el consumo energético de cada punto de luz desde una central. Las auditorías también son capaces de aconsejar a los municipios para implantar los sistemas de iluminación físicos más eficientes y seguros en función de las necesidades de la ciudad en cuestión, sustituyendo las lámparas, farolas y luminarias más antiguas.

Procedimiento y plazos

El procedimiento para realizar una auditoría energética se distingue en 4 fases principales, que son: la toma de datos (consumos, equipos, mediciones), la auditoría energética (cálculos, mejoras viables), implantación de mejoras y seguimiento de los resultados mediante la verificación del consumo.

Ya que las fases que comprende la auditoría pueden ser muy extensas en el caso de realizarse en un municipio, el tiempo que puede tardarse en terminarla puede demorarse hasta varios meses. Hay que tener en cuenta que la fase de mediciones puede ser muy larga, dependiendo de la extensión del municipio a auditar y en función de la modernidad de los elementos a inspeccionar.

Un factor importante es el alcance que pida el ayuntamiento a la empresa auditora, ya que en algunos casos solo se solicitan inspecciones superficiales. Si la empresa auditora tiene que proponer mejoras e implementarlas, el tiempo de trabajo se alarga considerablemente.