La tensión eléctrica, también conocida como voltaje eléctrico, es uno de los parámetros más importantes de la red eléctrica. Equivale a la energía que tienen los electrones al pasar por el circuito. Cuanta mayor tensión, mayor energía.
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Subidas y bajadas de tensión eléctrica
La mayor parte de los electrodomésticos e instalaciones domésticas funcionan a baja tensión: concretamente en España a una tensión normalizada de 230 V. Esta es la cifra generalizada, pero todavía hay algunas zonas, normalmente rurales, que trabajan con tensiones de alrededor de 125 V.
En cualquier caso, los fabricantes hacen que sus equipos sean compatibles con esta tensión. Una tensión más alta o más baja complica su funcionamiento.
Así, una tensión más baja de 230 V simplemente no haría funcionar el aparato, debido a que la corriente no tendría suficiente potencia para mover ciertos mecanismos de un motor, activar componentes o generar una temperatura suficiente.
En cambio, una tensión más alta de 230 V podría quemar el aparato. En un caso extremo, el calor podría producir un incendio que destruiría la vivienda.
Subidas de tensión eléctrica: Causas
La causa más habitual de subida de tensión es una sobrecarga en el sistema por exceso de producción. La red eléctrica es un circuito eléctrico gigante, lleno de consumidores y productores, en muchas ocasiones muy alejados entre sí.
Las distintas compañías eléctricas y organismos de control de la red eléctrica actúan para aumentar la producción o disminuirla, en función del consumo. Es en este escenario cuando ocurren estas perturbaciones en el sistema.
Lo más habitual es que no superen en más de 10 V la tension normalizada, pero en ocasiones esto ocurre. Es entonces cuando se produce el fenómeno de la sobretensión (o subida de tensión).
Por tanto, las causas de la subida de tensión son siempre ajenas al consumidor. El cliente puede demandar a la compañía eléctrica por los daños y perjuicios que ocasione la subida.
Sin embargo, para hacerlo deberá comprobar que su propia instalación se encuentra dentro de la ley. Es conveniente solicitar antes un boletín de baja tensión para que un profesional acreditado certifique que ha sido culpa de la compañía.
Cómo saber cuándo hay una subida de tensión eléctrica
- Son siempre ajenas al consumidor (salvo que el consumidor tuviera un generador propio).
- Son consecuencia de descompensaciones entre la producción y el consumo a gran escala.
- Pueden durar desde milisegundos a un tiempo indefinido (sobretensión permanente).
- Las sobretensiones permanentes suelen ser difíciles de solucionar.
- Una subida de tensión es peligrosa para los aparatos pero no para las personas, salvo que se inicie un incendio.
Según lo visto anteriormente las sobretensiones pueden clasificarse como:
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Sobretensiones transitorias:
Suelen durar como mucho unos pocos segundos, pero la subida de tensión es muy elevada, pudiendo provocar daños a los aparatos más sensibles.
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Sobretensiones permanentes:
Su duración es indefinida en el tiempo y pueden ser muy dañinas para los aparatos, al estar sometidos durante largo plazo a tensiones superiores a las habituales. No suelen ser muy elevadas, de apenas unas decenas de voltios, pero es suficiente para causar daño.
Si disponemos de protecciones eléctricas adecuadas, podemos pasar una temporada más o menos alta sin suministro eléctrico o con apagones continuados.
Protecciones frente a las subidas de tensión
Puesto que no es un factor que dependa del consumidor, no es posible actuar sobre la sobretensión. Lo único que puede hacer el consumidor es instalar interruptores de protección frente a sobretensiones que eviten algunos de los daños. Muchos esquemas unifilares de viviendas incluyen la protección en el cuadro eléctrico.
Hace bastantes años que la legislación cambió, y las compañías eléctricas obligan a disponer de estos interruptores si se quiere poner alguna reclamación por sobretensiones. Sin estos interruptores, el seguro o la compañía eléctrica pueden desentenderse de una indemnización.
Existen en el mercado distintos aparatos que protegen de sobretensiones transitorias y permanentes. Estas protecciones, sobre todo en zonas geográficas sensibles, pueden dejarnos sin suministro durante largos períodos de tiempo. Es la compañía eléctrica la que debería solucionar el problema.
Sin embargo hay que tener en cuenta que estas protecciones son muy beneficiosas, ya que es preferible no tener suministro eléctrico (y entonces sí se puede poner una reclamación a la compañía eléctrica por la subida de tensión) que lamentar los efectos de un incendio en nuestra vivienda o local.