Las cubiertas de vegetación se llevan utilizando ya muchos años, aunque se ha notado un importante incremento en los últimos años debido al gran beneficio tanto energético como ambiental para el propio edificio y para la población en general.
¿Qué es una cubierta vegetal?
Denominamos cubierta vegetal a aquella área exterior sobre un edificio que alberga especies vegetales (tanto arbóreas como plantas de menor talla) conformando multitud de diseños, y que puede utilizarse también como zona de ocio y tránsito.
Una cubierta bien diseñada provee de singularidad al edificio a la vez que le aporta multitud de ventajas. Las cubiertas vegetales tienen cada vez más valor, constituyendo un espacio de recreo y ocio. Una manera de contribuir a optimar el pulmón de la ciudad, sin perder de vista las propiedades técnicas de mejora que aportada al inmueble sobre el que se asienta.
Tipos de cubiertas vegetales
Según el tipo de vegetación, existen varios tipos de cubiertas:
- Cubierta extensiva: Es aquella que está constituida por plantas tapizantes, las cuales requieren de muy pocos cuidados de mantenimiento. Normalmente se utiliza como protección de la cubierta. Por ejemplo, para las cubiertas planas.
- Cubierta intensiva: Es la que utiliza otro tipo de especies vegetales, las cuales son plantas más altas (tipo arbustos o árboles). Ciertamente constituyen verdaderos jardines, las cuales requieren ya de un mayor mantenimiento.
- Cubierta semi-extensiva: Es una mezcla de las dos anteriores, combinando especies de pequeña talla con árboles o arbustos. En realidad son las que permiten un abanico más amplio de diseños y resultan más atractivas a la vista.
Beneficios de las cubiertas vegetales
Como hemos señalado anteriormente, los beneficios son múltiples, tanto a nivel urbano como a nivel edificio.
A nivel ciudad se pueden destacar como importantes los siguientes:
- Reduce el efecto “isla de calor”: La isla de calor es una situación urbana, de concentración de calor por la gran cantidad de hormigón, y otros materiales también absorbentes de calor; y atmosférica que se da en condiciones de estabilidad climática por la acción de un anticiclón.
Cuando se da este fenómeno, muy habitual en grandes ciudades durante los meses de verano, las cubiertas vegetales contribuyen de dos maneras fundamentales: por una parte absorbiendo la radiación solar, y por otra enfriado el aire de su superficie mediante el proceso de transpiración de las plantas, en el que éstas absorben humedad de la tierra y expulsan vapor de agua.
Estas dos cualidades son muy importantes, contribuyendo a que la cubierta mantenga una temperatura bastante inferior a la de otros edificios con cubiertas convencionales (puede llegar a haber una diferencia de temperatura entre una y otra de hasta 40 º)
- Ayuda a la evacuación de agua cuando hay lluvias abundantes: Cuando se dan fenómenos de lluvias muy copiosas, hay veces que los sistemas de alcantarillado no son suficientes para evacuar la gran cantidad de lluvia que cae, por lo que las cubiertas vegetales, al almacenar en su superficie una gran cantidad de agua, contribuyen a reducir la cantidad de agua de escorrentía que debe evacuar el sistema.
- Filtro de sustancias contaminantes: La vegetación contribuye, mediante sus propios ciclos biológicos, a la absorción de elementos contaminantes o nocivos, los cuales utilizan como alimento.
A nivel edificio podemos destacar las siguientes ventajas de las cubiertas vegetales:
- Aumento del aislamiento térmico: La transmitancia térmica (medida del calor por unidad de tiempo y superficie) de la cubierta vegetal es más baja que la de una cubierta vegetal, por tanto contribuye al mayor aislamiento del edificio, y en consecuencia al ahorro energético.
- Mayor aislamiento acústico: Las plantas contribuyen a absorber el ruido, por tanto este tipo de cubierta servirá de aislante acústico.
Las cubiertas vegetales y la eficiencia energética
Como hemos visto, son múltiples los beneficios de tener una cubierta vegetal en nuestro edificio. Hemos de destacar la importante ventaja que demuestra que cuando la densidad de vegetación es alta, el ahorro energético del edificio puede verse reducido en torno a un 60%, motivo más que valorable a la hora de plantearnos hacer de nuestro tejado un manto de vegetación. Por ello, se recomienza pensar en esta posibilidad cuando se realiza un proyecto de rehabilitación de cubierta.