Normativa y requisitos para legalizar instalación eléctrica

La normativa básica en las legalizaciones de instalaciones eléctricas tiene carácter estatal, y aparece contenida en el Real Decreto 842, de 2 de agosto de 2002, que aprueba el Reglamento electrotécnico para instalaciones de baja tensión.

Al margen de esta norma, que sirve como marco a las demás, el desarrollo de la misma y la regulación concreta de los casos aparece recogida en diferente normativa autonómica e incluso municipal. Más aun, cada compañía suministradora de energía eléctrica tiene una normativa propia en asuntos de enlace, por lo que también habrá que manejar estos datos para hacer frente de forma segura al trámite de legalizar una instalación eléctrica.

En otras palabras, dada la amplitud potencial de todo el cuerpo legislativo a manejar para este tipo de legalizaciones, así como su enorme variedad, es totalmente recomendable que te pongas en manos de expertos que puedan garantizarte un conocimiento profundo de la misma.

Casos excepcionales

Dado que la fijación y desarrollo de la norma marco de carácter estatal corresponde a las comunidades autónomas algunas de ellas han optado por aplicar ciertas medidas excepcionales que podrían modificar bastante la uniformidad en estos procesos.

Un buen ejemplo de ello es Catalunya, que mediante sendas instrucciones de 2005, 2010 y 2012 ha posibilitado un procedimiento especial para legalizar una instalación eléctrica, que permite, como elemento más importante, legalizar una instalación eléctrica en base a la normativa vigente de cuando la propia instalación fue ejecutada, y no con la normativa actual, lo que reduce sobremanera la cantidad de reformas a introducir y, claro, disminuye igualmente sus costes. Esto se puede realizar sobre instalaciones de más de 15 años de antigüedad que estén obligadas a pasar una inspección periódica.

En estos casos la gran ventaja es la posibilidad de poder salvar la legalización de la instalación eléctrica sin necesidad de hacer obras en la misma, algo que encarecería sobremanera este trámite. Con todo, la decisión sobre esa necesidad o no vendrá en la memoria técnica simplificada, que tiene que estar obligatoriamente firmada por un técnico competente, e incluir un esquema unifilar.

Cumpliendo con la normativa

Legalizar la instalación eléctrica acredita, por sí solo, el cumplimiento de la normativa, por lo que nos cubriría frente a posibles daños en relación a los efectos de no asunción de responsabilidades por parte de la empresa aseguradora. O, en otras palabras, si hemos conseguido legalizar una instalación eléctrica a la aseguradora, en su caso, le tocará pagar. Ahora bien, para pasar esta inspección es imprescindible contar con la documentación de puesta en funcionamiento de esa instalación, algo frecuentemente extraviado en edificios de una cierta antigüedad. Para salvar esa posibilidad la instrucción 9 del año 2012 prevé un procedimiento especial para legalizar esos inmuebles, que además dejará que dicha legalización se produzca en base a la legislación vigente en el momento en que fue fijada, y no en base a la legislación actual, lo que simplifica mucho el trámite (y reduce sobremanera sus costes).