Normativa y requisitos del informe daños estructurales

Normativa sobre el informe de daños estructurales

No existe en la actualidad una normativa específica sobre cómo redactar un informe de daños estructurales, siendo el criterio del técnico el que marca dicha estructura. Sí que tendrá que atender este técnico a una diferente normativa, especialmente de carácter municipal, relacionada con las necesidades constructivas (de cimentación, servicios o sanidad pública, por ejemplo) relacionadas con el objeto del informe. Será a partir de ellas como se irán realizando las distintas ponderaciones sobre el estado del inmueble que van a sostener el conjunto del informe de daños estructurales.

¿Qué tipo de información tiene que aparecer en el informe de daños estructurales?

Evidentemente, el informe de daños estructurales tendrá un contenido diferente dependiendo de cuáles sean los daños a enjuiciar, de su naturaleza e incluso de su destino final. Por ejemplo, el informe orientado para las pruebas periciales en un juicio será mucho más completo y específico que los demás. Pero, como norma general, el informe de daños estructurales tiene que incorporar una serie de elementos comunes que pasamos a describir.

En primer lugar, sería interesante que el informe de daños estructurales incorporara un índice lo más completo y claro posible, que permitiera a quienes lo leyeran poder ir rápidamente al punto que les interese más. Esto, que puede parecer una afirmación evidente, adquiere especial relevancia cuando hablamos de informes orientados a su uso en un juicio.

Otro elemento de gran importancia es dictaminar cuál es el objeto del informe. ¿Hablamos de un informe de daños estructurales por humedades? ¿O de un informe de daños por obras del vecino? Establecer esta primera gradación será de gran importancia, puesto que la misma dictaminará la orientación de las afirmaciones que se viertan en el informe.

El grueso del informe tiene que iniciarse con los antecedentes del edificio, donde se pondrá información sobre aspectos similares acaecidos en el pasado, y se describirá de forma minuciosa el inmueble, con su año de erección, su cabida, su forma constructiva y cuantas situaciones que se consideren de interés.

La inspección visual es uno de los elementos de mayor importancia en un informe de daños estructurales, y la misma tiene que ser descrita con eficiencia en este informe. Para acompañarla se pueden adjuntar fotografías, aunque será la representación verbal la más importante en estos casos. Asimismo, habrán de describirse minuciosamente los daños que se puedan ver a simple vista, así como indicar la existencia de otros que puedan permanecer ocultos. Por último, en el informe se debe recoger la causa estimada de esos daños a juicio del firmante.

El último paso es constatar la propuesta de reparación de esos daños, explicitando un presupuesto aproximado y el grado de perfeccionamiento que sobre los problemas iba a acarrear la reparación (en otras palabras, si hablamos de una reparación que permitirá un completo saneamiento del inmueble o lo hacemos de un parche que permitirá ir ganando unos años más).

Las conclusiones del informe llegarán al final de este, y son un elemento de gran importancia. Tienen que ser claras y concisas, puesto que servirán como guía a todos aquellos que se acerquen al informe sin conocer el caso, como pudiera ser un juez.