¿Cómo conseguir un informe daños estructurales?

Para conseguir un informe de daños estructurales el interesado tendrá que ponerse en contacto con la empresa o particular (acreditado) que se dedique a realizar este tipo de informes. El interesado puede ser bien el propietario del inmueble, o bien quien se sienta perjudicado por la existencia de un daño estructural en el mismo. Asimismo, es posible que la solicitud de la elaboración de un informe de daños estructurales venga directamente de un juzgado, inserto dentro de un procedimiento usualmente (aunque no siempre) de carácter civil.

A la hora de solicitar la elaboración de este informe de daños estructurales se pedirá al solicitante que se identifique adecuadamente, no solamente con sus datos personales, sino en su relación con el inmueble objeto de tal estudio (propietario, arrendatario, vecino). Se deberán adjuntar los datos catastrales y registrales de la vivienda con el objeto de identificarla de forma exacta, y se tendrán que exponer los antecedentes de esta en aspectos similares a los estudiados: si existen informes de daños anteriores en ese mismo edificio, si existen propiedades afectadas por patologías similares en los alrededores, si el problema de una de las viviendas ha causado daños a terceros. En general, cuanta información se posea sobre el inmueble será de interés a la hora de realizar un informe de daños estructurales.

¿Necesitas un informe de daños estructurales si piensas ampliar tu vivienda?

En el caso de que tengas intención de ampliar tu vivienda (o, incluso, de segregar una parte de ella lo suficientemente grande) necesitarás la concurrencia de un informe de daños estructurales, en el que se dé a conocer la existencia o no de daños en la estructura. Además, dicho informe tiene que incorporar un estudio sobre si la realización de esa obra (ampliación o segregación) pudiera afectar a la estabilidad del inmueble.

¿Cuál es el plazo para reclamar por daños estructurales?

Si se demuestra que los daños sobre una vivienda tienen carácter estructural poseen una garantía de diez años, según la Ley de Ordenación de la Edificicación, de 1999. En otras palabras, si has adquirido una vivienda y se demuestra que tiene algunos daños de carácter estructural, tendrás que argumentar dicha existencia antes de que transcurran diez años desde la adquisición, si pretendes que los mismos se encuentren dentro de la garantía. Esos diez años serán, insistimos, desde que adquiriste la vivienda, y no desde el momento en el cual la vivienda fue edificada. La idea que late detrás de esta norma es proteger al nuevo propietario ante vicios ocultos en su vivienda durante un plazo lo suficientemente largo como para considerar que los daños concurrían en el mismo momento de su adquisición. Esto, está claro, con independencia de la consideración de buena o mala fe que pudiera existir sobre la figura del vendedor.