El gas es una fuente de energía bastante asequible y cuyo uso, como sabes, se ha hecho muy popular tanto en viviendas como en locales destinados a actividades económicas y puede ser distribuido a los inmuebles de forma canalizada, es decir, como gas natural o gas ciudad o en bombonas (el llamado GLP, las siglas de gases licuados de petróleo). En este segundo caso, se transporta en un estado líquido destinado a instalaciones individuales, como, por ejemplo, el gas butano, las famosas bombonas de color naranja de toda la vida.
Si tu situación es la relacionada con una instalación individual de gas natural, para dar de alta el servicio tendrás que seguir unos pasos, entre los que tiene especial importancia conseguir que te hagan el certificado de instalación de gas, un documento que te servirá para acreditar que tu instalación está planeada y ejecutada de tal forma que respeta las normas de seguridad y cumple la legislación vigente en su totalidad.
En el lenguaje de la calle, lo oirás nombrar como el boletín de gas, que verifica que la infraestructura del inmueble destinada al abastecimiento de esta fuente de energía se encuentra en perfectas condiciones. Entre otras cosas, que no tiene fugas (que podrían suponer un enorme peligro) ni las deficiencias de las que habla la normativa.
Qué cuestiones quedan reflejadas en el boletín de gas
En este documento verás cómo se hacen constar las características principales de tu instalación y el conjunto de aparatos que la integra. Se especifican elementos concretos, como:
– Un croquis que ofrece una vista detallada de cómo se organiza la instalación.
– Cuáles son los aparatos que van a ir conectados a la instalación de gas, como el contador, la caldera, etc.
– Una declaración que afirma que la instalación se encuentra en buen estado y con plena capacidad para canalizar el suministro de gas natural al inmueble.
– Quién es el técnico que se ha ocupado de su confección y la empresa instaladora de la que depende.
Para qué no es un certificado de instalación de gas
Supongamos que necesitas pedir un certificado de instalación de gas natural para tu vivienda particular. En este caso, no debes esperar que se incluya en él la corrección de anomalías, si es que se hubieran detectado algunas.
Su finalidad no guarda relación tampoco con la gestión de esas posibles anomalías por parte de la empresa responsable de la distribución del gas a tu domicilio o puesta en marcha del servicio, salvo si se trata de una nueva instalación de gas u otra que hubiera estado dada de baja durante más de 2 años.
Y, por supuesto, debes descartar que alguien te emita un certificado de esta naturaleza, si no cumples las normas que la legislación establece en el tema de instalaciones de este tipo.